Los Wolves tuvieron este domingo una noche de sentimientos encontrados. Por primera vez en su historia vencieron a Arsenal en el Emirates Stadium, pero el goleador mexicano Raúl Jiménez sufrió una fractura de cráneo por un choque con el brasileño David Luiz en los primeros minutos del encuentro.
Al respecto, dos de los entrenadores más ganadores de Europa se pronunciaron con respecto de los protocolos de salud por este tipo de golpes en la cancha. El primero de ellos fue el español Pep Guardiola, técnico de Manchester City.
“Antes que nada espero que Raúl Jiménez y David Luiz se encuentren bien. Escuché que Jiménez tuvo una operación, esperemos que esté bien, es lo más importante”, comentó el estratega en conferencia de prensa este lunes.
Previo al duelo contra el Porto en la Champions League, el timonel de los citizens comentó que los protocolos de acción deberían de ser más claros. Esto, porque no hay certeza de cómo deben de actuar cuando suceden conmociones en el campo de juego.
“Obvio que con una contusión se debe ser cuidadoso. No sé los protocolos, algunos dicen que deben salir, otros que no, así que deberían ser claros, porque en la cabeza siempre hay peligro y esperemos que esté bien”, indicó.
El segundo director técnico en hablar de estos protocolos fue el alemán Jürgen Klopp, quien dirige el banquillo del Liverpool. Apuntó que, al ver la acción, no pensó en un cambio del reglamento, sino que los dos futbolistas salieran ilesos.
“Honestamente en ese momento no pensé en un cambio de regla, estaba esperando a que los dos se levantaran sin problemas, pero eso no pasó. Espero que Raúl Jiménez esté lo mejor posible ahora, escuché que tuvo cirugía y le deseo todo lo mejor”, declaró en una conferencia de prensa.
Antes de su duelo contra Ajax en Champions League, el teutón reconoció que desconoce si hay protocolos para este tipo de situaciones. Recordó que cuando era futbolista, si el jugador podía seguir, permanecía en el terreno de juego.
“Con David Luiz no sé, creo que tenemos protocolos de contusión así que seguro el Arsenal hizo eso, no sé si hay un cambio por contusión, pero estoy seguro que lo vieron porque el jugador continuó. Yo jugué y tuve algunas lesiones en mi vida y con este tipo de cosas si el jugador se siente bien el protocolo está completo, pero claro que tiene sentido hacer todo esto”, explicó.
Y es que este domingo el Lobo Mexicano salió de la cancha en camilla tras recibir un duro golpe en un tiro de esquina. El encontronazo ocurrió en los primeros cinco minutos del primer tiempo en un córner a favor de los gunners, donde el ariete azteca chocó con el David Luiz y ambos quedaron en el suelo.
El cuerpo médico de ambos equipos atendió a los futbolistas durante varios minutos. Al final, Jiménez no regresó al partido y fue llevado a un hospital de Londres. En cambio, el defensor brasileño sí pudo continuar en el encuentro con un vendaje en la cabeza, pero salió de cambio para el inicio del segundo tiempo.
Aunque el Wolverhampton ofreció varios avances de la salud de su delantero, fue este lunes que dio un comunicado más detallado. Anotó que el mexicano sufrió una fractura de cráneo, por lo que tuvo que ser operado en la noche del domingo.
“Desde ese momento ha estado acompañado por su pareja Daniela (Basso) y ahora se encuentra descansando. Se mantendrá en observación durante varios días mientras que inicia su recuperación”, agregó el club.
La situación del máximo romperedes de la institución generó incertidumbre en el equipo. El portugués Nuno Espírito Santo, entrenador de los Wolves, relató los momentos de angustia que se vivieron desde el banquillo.
“Escuchas el ‘Código Rojo’ y sabes que es grave, fue un mal momento para nosotros, comenzamos a ver el pánico en las caras de los médicos y te pones a pensar en cosas serias. Estábamos preocupados”, apuntó.
Esta no es la primera vez que sucede una acción similar en la Premier League. En 2017, el inglés Ryan Mason, quien defendía los colores del Hull City, tuvo un choque de cabezas con Gary Cahill, entonces defensor del Chelsea.
Tras la acción, Mason cayó inconsciente en la cancha y, luego de ser atendido en un hospital, el mediocampista fue diagnosticado con fractura de cráneo. Aunque la operación fue un éxito, anunció su retiro 23 meses después del golpe sin volver a pisar el terreno de juego.
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