Con un peregrinaje silencioso y conmovedor delante a la curva B del estadio San Paolo de Nápoles, cientos de napolitanos despidieron durante la madrugada del jueves con altares improvisados y lágrimas a Diego Maradona, ídolo de una ciudad que se identifica con su extravagante y a la vez trágica vida. Ahora, el equipo debe enfrentar en ese estadio al HNK Rijeka por la UEFA Europa League y miles de aficionados se acercaron para alentar y cantar por la leyenda.
Con bengalas de humo, fuegos artificiales, un grupo numeroso de tifosi cantan y alientan en las cercanías de lo que pronto será llamado Estadio Maradona en honor a quien fuese campeón de dos Scudettos, una Copa UEFA, una Copa de Italia y una Supercopa italiana a finales de la década del 80.
Más allá de los cánticos, se realizó “El aplauso más grande del mundo”, que inició cuando terminó el minuto de silencio de la previa del encuentro. “Desde cada ventana de Nápoles haremos sentir el más grande aplauso jamás escuchado en la historia de la ciudad”, escribió en Instagram el ex jugador del club Marek Hamsik.
“Gritaremos el nombre de Diego para que el mundo sienta que nunca lo olvidaremos, que Diego es nuestro hijo y hermano más querido”, agregó el ex mediocampista del equipo celeste.
Mientras tanto, los homenajes se multiplican en Napolés en donde los carteles luminosos que suelen dar indicaciones viales emiten desde que se confirmó la noticia de su muerte mensajes como “Chau Diego” o “AD10S”.
El alcalde de la ciudad, Luigi De Magistris, ha propuesto que el coliseo lleve el nombre del astro argentino. El Napoli retiró definitivamente en 2006 la número 10 y el último en llevarla fue el delantero argentino Roberto Sosa, que firmó un golazo al Frosinone.
La plantilla napolitana llevará camisetas número 10 y tanto esta como la del Rijeka competirán con un brazalete negro de luto y celebrarán un minuto de silencio, como ya hicieron todos los equipos este miércoles antes de los compromisos de la Liga de Campeones.
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