La pandemia ha trastocado y cambiado todas las formas acostumbradas. El periodismo no ha sido la excepción. Aunque un año atrás los nervios de una entrevista se hubieran vivido en una sala o en la misma mesa que el entrevistado, hoy se experimentan a través del timbre del teléfono. En el intento de cualquier tipo de contacto con el protagonista los ojos no se despegan de la pantalla del celular. Timbra una, dos, tres veces. “Bueno”, respondió Luis Villicaña, periodista deportivo especializado en ciclismo, pero con una trayectoria que lo ha llevado a narrar en 14 ediciones de Juegos Olímpicos.
En diciembre de 1956, por influencia de su padre, Luis Benjamín Villicaña Muñiz adoptó el ciclismo como actividad. Esa incursión en el entrenamiento y la disciplina que se forjan y adquieren a través del deporte, se tradujo en competencias infantiles y juveniles. Incluso, la doctrina deportiva lo llevó a colarse entre los jóvenes en busca de representar a México en los Juegos Olímpicos de 1968.
El sueño de aspirar por el oro olímpico en ciclismo de pista no se cumplió. Villicaña y el equipo representativo de la UNAM fueron superados por Guillermo Mendoza y Julio Munguía del IPN, quienes han sido los únicos mexicanos en participar en la modalidad de tándem o bicicleta doble en Juegos Olímpicos. Las ganas de protagonizar aquella edición Olímpica no menguaron y, con tal de ser partícipe de la justa, se integró al Comité Organizador de México 68. Desde entonces, Luis ha encaminado su vida a la par del deporte.
Luego de haber egresado de la licenciatura en Administración de Empresas por la UNAM, se integró al ámbito profesional relacionado con su carrera. Sin embargo, en 1975 recibió una propuesta que terminaría por inclinar su labor profesional hacia el deporte. Formó parte del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos realizados ese año en la Ciudad de México.
“Me invitaron a ser parte del Comité Organizador, en las oficinas del Comité Olímpico Mexicano, y desde el 75 a la fecha me quedé en el deporte. He tenido diferentes cargos, diferentes puestos. De ser director del Velódromo Olímpico “Agustín Melgar”, entrenador en jefe de la UNAM, me fui de entrenador nacional a Puerto Rico en el 81 y luego fui secretario de la Federación Mexicana de Ciclismo.”
En ese año, durante el mismo certamen, también comenzó su paso como cronista deportivo en medios de comunicación. Al ser una competición oficial, uno de los requerimientos para los Juegos Panamericanos es contar con un locutor oficial. Su trayectoria como ciclista le brindó el conocimiento necesario en la disciplina y la oportunidad de ocupar dicho puesto.
Posteriormente, continuando con la línea del ciclismo, se integró al periódico Esto, el diario que brindaba una mayor cobertura a dicho deporte, incluidas las “Vueltas a México”, competiciones de ruta realizadas en diversas partes del territorio nacional. Desde entonces, ha narrado un amplio abanico de disciplinas para radio y televisión. Desde ciclismo, que en un momento se consolidó como uno de los deportes más populares en México, hasta surf. Incluso fundó la revista Todo Ciclismo.
Luis recuerda que la gran afición y expectativa de las y los mexicanos por el ciclismo obligaba a los medios de comunicación a hacer peripecias con tal de actualizar día con día los resultados de las etapas de las competencias de ruta.
“No había fax, no había manera de comunicarse y a veces una avioneta tenía que bajar en medio de la carretera para recibir los rollos de las cámaras de los fotógrafos y las notas del periodista o reportero que cubría la carrera, para que esa avioneta regresara a México y luego acá en motocicleta se repartiera en los periódicos para que al otro día se publicara.”
Como conocedor en el ámbito ciclista y las competencias de ruta, fue una de las personas organizadoras de la “Vuelta a México” realizada en la década de los 80´s a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, al trazar la ruta, los organizadores hallaron algunas dificultades.
“La vuelta a México o La Ruta México se llamó también en un momento. Me tocó estar en la carrera transpeninsular, fuimos parte de la organización, de La Paz a Tijuana en los años 70. Estuvimos colaborando también para la CONADE, que en ese momento era el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Uno de los directores me dice ‘Oye, pues hacemos carreras en el centro, en el Golfo o en el Pacífico, está la Maya - Caribe ahí en la Península de Yucatán, ya se hizo la transpeninsular en toda la península, ¿Dónde nunca se ha hecho una carrera?’ .
“Entonces en 1987 u 88, nos tocó trazar, dirigir y organizar una carrera en la frontera norte, de Matamoros a Tijuana. Cualquiera que conozca un poquito de ciclismo, sabe que son eventos de 12 días y 1,500 o 1,600 kilómetros. La frontera de México con Estados Unidos tiene más de 3,000 kilómetros. No se podrían armar 12 etapas que dieran esa cantidad. Pero ¿qué pasa?, fue necesario ir, recorrer y enterarte que no tenemos carretera en toda la frontera. Llegas muy bien desde Matamoros, en Tamaulipas, se llega a Reynosa, luego Miguel Alemán a Laredo, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, a Piedras Negras y ahí ya no hay carretera mexicana. Tienes que hacer un arrastre de 700 kilómetros por el lado de Estados Unidos, por Texas, para llegar a “El Paso” y correr un circuito en El Chamizal. Después sería seguir sobre el terreno de Sonora, llegar a Baja California y terminar la carrera en Tijuana, que era el proyecto. Lo hicimos en cuatro o cinco ediciones, cuatro o cinco años, esa carrera.”
LUIS VILLICAÑA Y LOS 14 JUEGOS OLÍMPICOS
“A estas alturas tener la gloria, la ventaja, la satisfacción de haber estado narrando 14 Juegos Olímpicos. Los Juegos Olímpicos de invierno en México nos suenan muy extraños, son juegos que nunca vemos en México y que hemos tenido la oportunidad de comentar y narrar, también los Juegos de la Juventud.”
El repertorio y la experiencia lo ha guiado por tan diversos caminos que ha conocido y narrado 35 disciplinas diferentes. Entre ellas figuran el squash, surf, tenis de mesa, voleibol de playa o de sala, tiro y vela.
“La primera asistencia a Olímpicos es impresionante porque los conoces. Yo viví los juegos de México 1968 como atleta por México, pero al no quedar en el equipo para competir, me metí al Comité Organizador, yo tenía que estar dentro de México 68 y lo logré. De ahí, nunca perdí el contacto. Ya después del 68 pasó Múnich 72, con aquella masacre de los fedayines en la Villa Olímpica, luego Montreal 76 y ya de ahí se fue casi abriendo el rango. Viene Moscú 80, que ya entró con las dos problemáticas del boicot de los estadounidenses y sus aliados a Moscú 80. Después de los rusos y sus aliados a Los Ángeles 84.”
Con el paso de los años, su voz y trayectoria le fueron abriendo camino en el ámbito internacional. La carrera forjada en medios de comunicación mexicanos fue necesaria para llevarlo a narrar deportes para todo un continente durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Fue considerado por la BBC para ser una de las voces oficiales en castellano para América Latina.
“En el 2012 para Londres me invitaron a colaborar. Es punto y aparte el hablar en los medios de comunicación de la BBC de Londres. Me invitaron a narrar en castellano, pero no para México, sino para toda América Latina. Fuimos tres mexicanos: mi hijo, quien ya es licenciado en Ciencias de la Comunicación, Rodolfo Villicaña Montes de Oca, una compañera mía que había trabajado en ESPN y allá nos integramos con peruanos, cubanos, venezolanos y gente, incluído un mexicano, que ya radicaba en Londres y trabajaba para la BBC. A mí me dieron la responsabilidad de supervisar la calidad de la crónica en castellano para todo nuestro continente.”
En más de 40 años dedicado a la crónica deportiva ha conseguido lo que, para él, pocos colegas o incluso nadie ha logrado y le ha significado una gran satisfacción. Compartió la mesa de narración con Rodolfo Villicaña Montes de Oca, su hijo, en esa edición de los Juegos Olímpicos.
“En esta actividad, en esta profesión no hay una jubilación. Ya tengo 70 años de edad, yo nací en 1950, y pues nadie nos ha jubilado. (...) Pero lo logrado, primero, en Londres 2012, el hecho de que haya yo podido narrar en el mismo evento, en la misma prueba, en una competencia con mi hijo eso ni Jacobo Zabludovsky. Tener esa oportunidad, esa satisfacción de narrar unos Juegos Olímpicos con mi hijo como compañero, como polea de la crónica sentado a mi lado, eso no lo puede dar más que el deporte.”
Cuatro años después de haber narrado desde Londres para América Latina, “empecé, entonces, con la empresa en la que estoy ahora. Primero como UNO TV y ahora como Claro Sports. Así asistimos a Río 2016, pero dos años antes, como la empresa había comprado los derechos para México y América Latina, estuvimos ya en los Olímpicos de invierno de Sochi, en Rusia, y hemos cubierto los de la Juventud en Oriente y en 2018 los Juegos Olímpicos de la Juventud. Ya en medio se vienen los centroamericanos, los panamericanos. Aquí en México me invitaron para narrar, en inglés, un récord mundial de ciclismo que se hizo en el velódromo de Aguascalientes y cuando me doy por enterado la señal iba para Europa. Entonces resulta que uno ha trascendido por lo que ha trabajado.”
TRAS LAS MEDALLAS OLÍMPICAS DE CICLISTAS MEXICANOS
A lo largo de las participaciones históricas de la delegación mexicana en Juegos Olímpicos solamente dos personajes han podido montarse al pódium como ganadores en ciclismo de pista. Luis Villicaña ha podido relacionarse como cronista, entrenador y amigo de Manuel Youshimatz, medallista de bronce en Los Ángeles 1984, y de Belem Guerrero, medallista de plata en Atenas 2004.
“En Los Ángeles ya estaba más cerca, ahí también otro ciclista, otra medalla, otra vez una presea olímpica para México del que también había sido mi alumno, Manuel Youshimatz. Era una prueba por puntos, te puedo decir lo mismo que Belem, en la que yo entrenaba a Youshimatz. Yo le enseñaba a correr, todavía en el velódromo yo le enseñé cuando era un niño de 12 años a meter el cuerpo, a meter los codos. Algo le enseñamos cuando Manuel Youshimatz empezó.”
Con la ciclista originaria de Ciudad Nezahualcóyotl, Belem Guerrero, la convivencia fue más allá. Desde sus competencias en categorías infantiles, entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Magdalena Mixhiuca, hasta las dos ediciones olímpicas previas a colgarse la presea que Villicaña pronosticó en la televisión, con José Ramón Fernández, en 2003.
“Cuando nos íbamos para Atenas, en 2004, me encuentro por el velódromo olímpico a su papá, a Don Rafael. Yo conocí perfectamente a la madre de Belem Guerrero, a la señora Méndez, porque ella era la que la llevaba a entrenar al autódromo, ella era quien la esperaba ahí sentada mientras su hija daba vueltas y vueltas y entrenaba con los hombres. El papá me dice, ‘Te voy a pedir un favor. Si están allá en Atenas no la entrevisten. Se pone muy nerviosa, no le gustan las cámara’.
“Belem Guerrero no tenía apoyo, no tenía patrocinio, lejos de Ana Gabriela Guevara, hoy titular de la CONADE. Un año antes, precisamente con José Ramón, lanzamos un pronóstico ‘Belem ganará una medalla’. Habíamos estado con ella, acompañándola, en Atlanta 96, estuvimos en Sidney, en el 2000 en Australia. En el 2004 me tocó hablar con ella y platicar y decirle ‘Es que tú vas a ganar una medalla y tu vida va a cambiar’ y sí, efectivamente la medalla le cambió la vida a Belem. Nos tocó narrarla para TV Azteca junto con Raúl Alcalá, un reconocido ciclista, profesional en Europa, y mi compañero en la crónica. Cuando acaba la crónica decía Alcalá ‘es que me hiciste llorar por la forma en que narraste’, creo que ahora todavía se puede ver la crónica de esa carrera.”
CICLISTAS CAMPEONES AMIGOS
Entre viajes, crónicas, coberturas y eventos deportivos, las amistades de Luis Villicaña han trascendido las fronteras. “Francesco Moser el día que te lo encuentras es muy fácil saludarlo y decirle —¿Te acuerdas que nos vimos en México?— o el mismo Eddy Merckx o Greg LeMond, Lance Armstrong.”
Eddy Merckx, ciclista originario de Bélgica y por muchos considerado el mejor de todos los tiempos, fue uno de los personajes que hizo historia en la catedral de los récords mundiales, el Velódromo “Agustín Melgar” de la Magdalena Mixiuhca. El 25 de octubre de 1972 el belga implantó el récord de “La hora” al recorrer 49,432 kilómetros en dicho lapso de tiempo. Atestiguar el suceso le bastó a Villicaña para reencontrarse con Merckx unos años después.
“Ver a Eddy Merckx correr en México e implantar un récord de la Hora en el Velódromo Olímpico en 1972 no era cosa tan extraña. México se volvió un lugar para los récords mundiales y nos tocó estar en muchos de ellos. La primera bicicleta moderna, diríamos, con esa ruedas que son de tapa cerradas, se llaman ventriculares, la trajo el italiano Francesco Moser. Fue el primero que rompió los 50 kilómetros por hora pedaleando en el Velódromo Olímpico, él solito contra el reloj una hora. Algo que ni Eddy Merckx logró hacer. Entonces sí, hemos tenido la oportunidad, como te decía, de narrar hace un año el récord mundial vigente de la Hora para Europa. Pude conocer a grandes figuras, a grandes campeones mundiales, sobre todo en los Juegos Olímpicos, donde uno se encuentra a las máximas figuras del deporte del mundo cada cuatro años.
“En Sidney, en el año 2000, mi compañero en la mesa de crónica era el representante de la televisión de Bélgica. En ese momento por el pasillo venía Eddy Merckx y le digo al colega ‘Oye, tómame una foto con Eddy Merckx’. Eddy Merckx, en Bélgica, es como si estuvieras hablando de un ángel, alguien enviado del cielo, no te le puedes acercar. Es peor que el rey y el joven muchacho que estaba ahí me dijo ‘¿Una foto con Eddy Merckx? Primero hay que ver si Eddy Merckx quiere y acepta ¿Cómo nos vamos a atrever a interrumpir a Eddy Merckx?’, pero yo no tuve mayor problema. Me pasé, lo saludé ‘Hola Eddy, ¿Te acuerdas? Estuvimos en México, yo estuve en tu récord, tú patrocinaste también una competencia que se hizo en la Alameda, regalaste una bicicleta’y el hombre me abrazó y dijo ‘¡Ah sí, cómo no!’. Le dije al reportero de Bélgica ‘Tómanos la foto’ y ya la tomó. Son momentos especiales que te van marcando en la vida.”
DOCTORADO HONORIS CAUSA
El 8 de octubre de 2020, recibió un Doctorado Honoris Causa en la Cumbre Mundial del Conocimiento. El reconocimiento fue otorgado gracias a sus 45 años desempeñando la labor periodística deportiva.
“A la gente a la que se lo han venido entregando es a periodistas muy reconocidos de nuestro medio. Antonio de Valdés, por decir uno de Televisa. A gente así, de ese rango. Algunos que ya se nos adelantaron como Don Antonio Andere, que fue mi director en el periódico Esto, como Jorge ‘Sonny’ Alarcón, quien fue la voz del Hipódromo de las Américas. Él fue quien creó aquel grito de cuando arrancan las carreras de caballos en el Hipódromo, el “¡Arrrrrrrrancan!”. Ese tipo de personas nos van formando, van siendo nuestros ejemplos, nuestros maestros y pues es como me gano un nombramiento en el que me equiparan con ellos. Es una satisfacción muy grande.”
A los 70 años, Luis Villicaña no considera el retiro. Por el contrario, aunque este año no se llevaron a cabo por la emergencia sanitaria por COVID-19, espera poder llegar a la cobertura de 15 Juegos Olímpicos en 2021.
Yo soy un chamaco. Todavía me quedan como cuatro Juegos Olímpicos
“Cuando llegué allá y vi a los cronistas de la BBC de Londres, los maestros de la crónica europea, pues es gente que llega casi con una andadera, con bastón, pero con una sapiencia y una experiencia que digo —No, yo soy un chamaco. Todavía me quedan como cuatro Juegos Olímpicos—. Desde luego no se logró para este año, el 2020. Primero Dios esperemos que se realicen los del año próximo y esperamos estar ahí.”
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