La inédita derrota 3-0 frente a Uruguay en Barranquilla el viernes en la tercera jornada de las Eliminatorias y la posterior caída pro 6-1 frente a Ecuador, dejó en evidencia la crisis deportiva que está atravesando la selección de Colombia que ahora marchan sextos en la clasificación y tienen varios conflictos internos. Mientras se especula con una posible salida del entrenador Carlos Querioz, varios medios locales reportan una interna en el vestuario.
Las versiones indican que hubo un conflicto que nació luego del encuentro ante Uruguay, pero que terminó de explotar en Quito e incluye a varios futbolistas. Quien le dio luz a estos hechos fue el periodista Javier Hernández Bonnet, en el programa Blog Deportivo de Blu Radio: “Hubo un jugador que apercuelló a otro, los dos de nivel internacional, en esta doble fecha de eliminatorias, lo que quiere decir que el tema ha llegado al punto de irse a las manos”.
Otros periodistas se sumaron a estas versiones agregando datos, como Maria Alejandra Villamizar, periodista de Caracol Radio: “El camerino está roto. James en Barranquilla se había agarrado con Lerma y Dávinson Sánchez. Ya de ahí venía una cosa como antipaticona y cuando Queiroz los regañó, uno le dijo ‘nosotros rendimos y no nos moleste’, más o menos. Pues uno de los que dijo ‘no me moleste’ pues no lo metieron a jugar”.
A su vez, el sitio Marca pudo corroborar que el conflicto existió, que comenzó e Barranquilla, tras el duelo ante Uruguay y emergió frente a Ecuador en el 6-1, pero el portal no confirmó que la discusión terminase en golpes de puños. Otros diarios incluyen también a Wilmar Barrios como uno de los participantes del enfrentamiento.
Por su parte, James Rodríguez publicó un descargo este jueves en alusión a los hechos: “Desmiento todo tipo de supuesta información alusiva a malos tratos, agresiones, disputas o todo tipo de controversia suscitada entre jugadores y en que se me menciona como protagonista”. Además, reconoció que los jugadores son conscientes del mal momento futbolístico y son responsables del mismo, pero negó que eso haya generado hechos violentos: “Tanto en el vestuario como en la vida personal, mantengo excelentes y respetuosas relaciones con cada uno de mis compañeros de la Selección Colombia”.
Mientras tanto, el entrenador se mantiene en la cuerda floja. Luego de asistir a los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, Colombia ha dado dos enormes pasos en falso en su camino a Qatar 2022 y todas las miradas apuntan a Queiroz. El europeo, que privilegia el orden sobre la creatividad, parece haber asfixiado el ataque de los colombianos y los 11 goles padecidos en las últimas tres presentaciones ponen en duda sus apuestas en la defensa.
Hasta el momento, el técnico se aferra al banquillo y espera que el equipo retome la forma que los llevó a golear 3-0 a Venezuela en la primera jornada, o al menos la del agónico empate 2-2 conseguido de visita frente a Chile en la salida siguiente, ambas en octubre.
Queiroz prometió mejores resultados cuando las Eliminatorias se reanuden en marzo de 2021, pero el camino por recorrer hacia Qatar parece aún más empinado: en sus próximos encuentros recibirá a una selección brasileña que domina la clasificación y luego viajará a tierra paraguaya para enfrentarse a un combinado guaraní que aún no conoce la derrota en la competición.
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