El 28 de noviembre Mike Tyson volverá a subir al ring para medirse ante Roy Jones Jr. en el Dignity Health Sports Arena de Los Ángeles, luego de 15 años sin pisar un cuadrilátero, es por eso que pasa sus días entrenando para llegar de la mejor manera al evento. Pero no todo es ejercicio, el ex campeón de los pesados, de 54 años, sigue participando una vez por semana del podcast Hotboxin en donde suele repasar aspectos de su carrera.
En el último episodio, el estadounidense se fue consultado sobre la relación de los boxeadores con el alcohol en la previa de los combates. Si bien él no se sumó al grupo, sí reconoció que en su época había varios campeones que antes de subirse al ring bebían para adquirir confianza y coraje de cara a un gran duelo.
“Ha habido peleadores que lo hacían. No pueden pelear sin beber, tienen que estar borrachos para pelear. No tienen valor, tienen que estar borrachos. Campeones del mundo. No pueden hacer esta mierda sin su maldito alcohol", contó. Sin embargo, no optó por guardarse los nombres frente a los micrófonos.
En el recuerdo de varios boxeador de la década del 90, Tyson hasta se emocionó al recordar a Tommy Morrison, ex campeón de peso pesado de la OMB y popular por haber protagonizado Rocky V junto a Sylvester Stallone al encarnar al personaje de Tommy Gun. El ex púgil murió en 2013 tras una larga lucha contra el virus de VIH.
Iron Mike habló sobre el día que se enteró que su colega estaba enfermo y del miedo que le recorrió el cuerpo: “Siempre tenía miedo de hacerme la prueba del Sida”, admitió primero y luego continuó: "Estoy en una pelea, y Tommy The Duke Morrison estaba a punto de pelear, él era el luchador principal. Y luego entró un médico que es amigo mío y dice ‘no, no va a pelear esta noche, no creo que vuelva a pelear nunca’”.
El estadounidense no comprendí lo que estaba sucediendo y creyó que había tenido algún tipo de lesión que le impedía afrontar la contienda, pero el médico le insistió: “No Mike, lo descubrirás... ya lo vas a averiguar”.
Es que en los análisis que se había hecho previo al combate, Morrison había dado positivo en el virus y entonces no podía de ninguna manera seguir con su carrera: “El tipo tenía VIH, y cancelaron su pelea, el evento principal”. De inmediato, Tyson advirtió que debido a su vida rodeada de excesos él también podía ser portador: “Yo estaba como ‘joder si él se contagió... sé que él no se mete en más líos que yo y no hace las mierdas que yo hago’. Yo estaba como, ‘Maldita sea, estoy muerto, joder’”.
Pese a su temor, Tyson no se contagió de Sida en ninguna de las fiestas y orgías que solía organizar. En marzo de este año recordó en otro episodio del podcast cómo era aquella etapa de su vida: “En Las Vegas tenía acceso al VIP de los clubes nocturnos y tenía una prostituta que era mi novia”. Las fiestas eran parte de su vida cotidiana y según él lo peor era la resaca.
“Cuando era joven, era un animal con dinero. Le daba dinero a la gente, a todos, festejaba con todos y tenía sexo con sus madres, sus hermanas y sus primas... orgías. Estaba loco. Estaba tan enfermo y no tenía idea de que estaba tan enfermo”, reconoció entonces.
Habiendo dejado esa vida atrás, Tyson ahora se prepara para volver a pelear a los 54 años. Su rival será nada menos que Roy Jones Jr., de 51 años, quien también supo ser campeón de los pesados, pero nunca se enfrentaron como profesionales.
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