Nick Kyrgios, en reiteradas ocasiones, fue noticia por sus actitudes antideportivas dentro de las canchas o por algunas discusiones con sus colegas. Sin embargo, en las últimas horas sorprendió con sus declaraciones a The Age, en las que reconoció que pasó por su cabeza la idea de alejarse del circuito profesional.
El australiano de 25 años, actual número 45 del mundo, develó que “estuve viendo a un psicólogo antes de la ATP Cup a principios de este año y pensé que tal vez era hora de tomarme un año libre”. Y luego, añadió: “No podía ni ver una pista de tenis. No tenía ningún sentimiento de alegría, no deseaba estar ahí. No tenía motivación, ni sentía que podía crecer personalmente. Simplemente seguía mis patrones, por inercia. No me hacía feliz, de hecho, me quitaba energía”.
El oriundo de Canberra inició su carrera como profesional en 2013 y conquistó 6 títulos (Tokio, Atlanta, Marsella, Brisbane, Acapulco y Washington)."El tenis empezó a tener un impacto negativo en mi vida. Pensaba: 'quizás esto no significa que tengo que dejarlo del todo, pero igual necesito tomarme un descanso", puntualizó.
En otro fragmento de la entrevista, el tenista, que supo ser 13 del planeta en 2014, aseveró que la ayuda profesional que recibió no lo ayudó en sus problemas. “Me arrepiento de haber visto a psicólogos. Siento que todo lo que me dijeron estas personas era incorrecto. Yo mismo salí de esa situación”.
Uno de los factores que lo ayudó a unirse nuevamente con el deporte fue el tiempo que tuvo para pensar y estar cerca de sus afectos durante la pandemia provocada por el coronavirus (durante varias semanas no hubo competencias oficiales). “Este tiempo en casa me ha venido genial. He podido desconectar y aventurarme en algunas de mis pasiones, estar en casa y aportar a mi comunidad. Eso era lo que necesitaba”, explicó.
Vale recordar que hace algunos días, Kyrgios concedió una entrevista a Sydney 's Sunday Telegraph, en la que develó que sufrió depresión durante algunos torneos del circuito. “Sentí que nadie me quería como persona, sólo me querían usar como jugador de tenis. Mucha gente me metía presión y yo me metía mucha presión a mí mismo también. Perdí la alegría de jugar y se me fue de las manos”, esbozó. Y luego, agregó: “Caí en depresión por las cosas que pensaba que tenía que ser. Me daba miedo salir ahí fuera y hablar con la gente porque pensaba que les decepcionaría al no estar ganando partidos”.
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