En la memoria colectiva de todo futbolero y para la posteridad quedará aquella tremenda serie de semifinales de Champions League entre Barcelona e Inter, con Josep Guardiola de un lado y José Mourinho del otro. Fueron los italianos los que dieron el golpe en el Camp Nou tras ganar la ida en casa y se clasificaron a una final en la que se impondrían ante otro poderoso como el Bayern Múnich. A diez años de aquel episodio, el entrenador portugués detalló cuál fue la preparación táctica para contener y anular a Lionel Messi en cancha.
Fue en una entrevista para The Coaches' Voice, con un tablero y fichas a disposición para graficar su argumento, explicó: “Ellos tenían a Ibrahimovic como 9, fijando a los centrales. Messi empezaba desde la derecha pero, obviamente, con la libertad de jugar en diversas áreas. Dani Alves era el encargado de ir al ataque continuamente y tratar de crear esta situación (de superioridad). Nuestra decisión fue qué hacer cuando esta situación se producía”. Esa fue la introducción al desarrollo del cerrojo defensivo de los interistas, que habían triunfado 3-1 en Milán con los tantos del holandés Wesley Sneijder, el brasileño Maicon y el argentino Diego Milito, luego de que Pedro pusiera en ventaja al Barça.
En la revancha el Neroazzurro se abroqueló en defensa y comenzó con un esquema 4-4-1-1 conformado por: Julio César; Maicon, Lúcio, Walter Samuel, Javier Zanetti; Samuel Eto’o (como volante derecho), Esteban Cambiasso, Thiago Motta, Cristian Chivu (reemplazó a Goran Pandev en la vuelta); Sneijder; y Milito. Y retrocedió aún más metros con la prematura expulsión de Thiago Motta, quien vio la roja a los 28 minutos de juego.
“Messi iba entre líneas y Alves le superaba por fuera. Si hacíamos que Zanetti siguiera a Messi, se quedaría fuera de posición y Alves podría entrar fácilmente por aquí. Así que si Pandev (en la ida) se encargaba de seguirle, acabaría jugando casi como un lateral izquierdo. Así que, ¿cómo íbamos a resolver esta situación? La situación para nosotros estaba muy clara: Messi no podía estar solo cuando se metía entre líneas”, prosiguió Mou, actual estratega del Tottenham inglés.
¿Cuál fue la solución que le encontró al dispositivo empleado por Guardiola con Messi y Alves asociados por la banda derecha? “Este jugador (Thiago Motta, centrocampista) tenía que estar en control de toda esta zona (media) y siempre en comunicación con el lateral izquierdo (Javier Zanetti). Y hay un momento en el que la marca pasa a ser tuya y yo me quedo en mi zona, pero si en un momento concreto el mediocentro es atraído a otras zonas y Messi se mete entre líneas, el lateral izquierdo tiene que ir a cubrirle, pero luego tienes que defender a Alves. Así que era una combinación de ideas, pero lo más importante era no dejar jugar a Messi con facilidad”.
Recién en el minuto 84 Barcelona pudo romper el cero por el tanto de Gerard Piqué, que no le alcanzó en el resultado global (3-2 a favor de los italianos). El encuentro acentuó la antinomia entre Mourinho y Guardiola y consagró al DT luso, que más tarde se vanaglorió con la conquista de la Orejona en la final jugada en el Santiago Bernabéu.
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