El Barcelona llevó a tres partidos su pleno de triunfos en la Champions League este miércoles al superar por 2-1 al Dinamo de Kiev, un equipo que llegó al Camp Nou diezmado por las bajas, con hasta nueve jugadores ausentes tras dar positivo al coronavirus, pero que pudo haberse llevado un empate.
Lionel Messi, de penal, y Gerard Piqué fueron los autores de los tantos del cuadro conducido por Ronald Koeman y en el caso del defensor español no fue su gol lo que llamó la atención en las redes sociales, sino su festejo. Es que tras abrazarse con sus compañeros, el zaguero buscó la cámara más cercana e hizo un gesto de despedida al llevarse dos dedos a la frente y hacer el tradicional saludo militar.
De inmediato, una catarata de tuits al respecto supuso que era para Josep Maria Bartomeu, ahora ex presidente del club quien renunció la semana pasada tras una crisis económica y política dentro de la institución. Al término del encuentro, el defensor fue consultado por cómo vivió la salida del ex dirigente y no le tembló la voz para criticarlo: “El club ahora mismo está como está. Es un proceso de muchos cambios. Era necesario darle una vuelta a todo esto. Cada año estábamos un poquito peor. Ahora habrá elecciones, nueva junta y el cambio se irá viendo en los próximos meses”.
Con respecto a lo deportivo, también fue categórico: “Es normal que no nos den como candidatos después de los últimos años”, pero agregó: “Aquí no hay años de transición, estamos obligados a ganar”.
Piqué había sido uno de los jugadores del Barcelona, junto a Lionel Messi, que habían firmado un burofax para rechazar la reducción salarial que quería llevar a cabo Bartomeu con el plantel profesional, lo que expuso la grieta entre el vestuario y las oficinas. El otro punto que demostró la pelea entre ambos fue hace poco más de una semana, cuando en una entrevista con La Vanguardia, el futbolista se refirió a la difamación que había recibido en redes sociales por cuentas supuestamente administradas por el oficialismo del club. “El tema de las redes sociales. Yo, como jugador del Barça, veo que mi club se ha gastado dinero, dinero que ahora nos están pidiendo, para criticar, ya no solo a personas externas con una relación histórica con el club, sino a jugadores en activo, y eso es una barbaridad… Le pedí explicaciones y lo que me dijo es ‘Gerard, yo no lo sabía’. Y me lo creí. Pues después ves que, en acciones futuras, la persona encargada de contratar esos servicios todavía está trabajando en el club”, comentó el futbolista en clara alusión a Jaume Masferrer. “Me duele mucho. Lo digo aquí porque se lo dije antes personalmente al presidente. ¿Y qué quiere que le diga? ¿Es doloroso? Sí. ¿Puedo hacer algo más? Pues no. Mi relación con el presidente puede ser cordial pero hay cosas que quedan”.
El día anterior a su renuncia, Bartomeu le contestó: “Lo queremos (a Piqué), pero no es cierto que el club, como él dijo gastara dinero para criticar a jugadores en las redes sociales. Una auditoría así lo confirma. Y no lo digo yo, lo dice la auditoría. Estoy muy contento de que haya renovado y adaptado su salario a los ingresos del club. Y, como he dicho en el caso de Messi, no voy a discutir con los jugadores en público. Tienen mis puertas abiertas y a veces voy a sus casas”.
Tras dos victorias frente al Ferencvaros y la Juve, este nuevo triunfo mantiene al Barcelona cómodamente asentado en la punta de la tabla del grupo G una vez finalizada la primera vuelta, con 9 puntos, tres más que la Juventus, que goleó 4-1 a los húngaros.
Lejos de firmar una actuación brillante, el Barcelona sufrió ante un equipo que únicamente pudo contar el mínimo de 13 jugadores de la lista A indispensable para que no se aplazara el partido. Con su técnico Ronald Koeman desesperándose en el banquillo, los azulgranas concedieron un buen puñado de ocasiones, salvadas por el arquero alemán Marc André Ter Stegen, providencial tras dos meses de baja por lesión. Pese a todo, los tres puntos se quedaron en el Camp Nou.
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