Los 20 Grand Slams conseguidos -récord absoluto junto a Roger Federer-, sus 209 semanas como Nº1 del ranking ATP y la increíble vigencia a sus 34 años de edad hablan por si solas y ubican a Rafael Nadal como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos. Sin embargo, el español que marcó una época en el deporte de la raqueta pudo haber sufrido otro destino cuando recién comenzaba como profesional al contar que cuando tenía 19 años y acababa de ganar su primer Roland Garros los doctores le dijeron que “no volvería a jugar al tenis”.
Mientras se prepara para lo que será su debut en el Masters 1000 de París -quedó exento de disputar la primera ronda, así que recién jugará por los 32vos de final-, Rafa habló con el medio italiano Corriere della Sera y reveló un suceso sobre sus inicios en el deporte. “Con 19 años, acababa de ganar el primer Roland Garros, me dijeron que no volvería a jugar al tenis, por una malformación en el pie izquierdo. Tenía tanto dolor que me entrenaba a pelotear sentado en una silla en la cancha. Luego me recuperé gracias a una suela que cambiaba la posición de mi pie, pero me inflamaba las rodillas”, señaló.
A lo largo de la entrevista, el nacido en Manacor, Mallorca, reconoció que siempre vivió el tenis de forma “muy emotiva” tanto en las victorias como en las derrotas. “Tras perder la final de Wimbledon, en 2007, lloré una hora y media. A veces la decepción es terrible, incluso si solo es un partido de tenis. Lloré por el dolor cuando en la final del Abierto de Australia contra Stan Wawrinka en 2014, me lesioné en la espalda tras ganar el primer set. Perdí, pero terminé el partido. Porque no te puedes retirar de una final Slam”, dijo.
Una de las definiciones más llamativas brindadas por el protagonista fue cuando le consultaron sobre qué es para él el talento, consideró que hay varios tipos de habilidades distintas en todas las profesiones."¿Qué es el talento? Cada uno de nosotros tiene su talento. A algunos les salen las cosas fáciles, otros saben resistir más en la cancha. Puedes tener el talento de escribir un artículo en media hora, pero si un compañero tuyo sabe trabajar seis horas consecutivas y sacar un artículo óptimo, será un periodista más talentoso que usted", destacó.
En sintonía con esta última opinión, Nadal no dudó en definir al suizo Roger Federer como “uno de los hombres más importantes de la historia del deporte” y consideró que tienen cosas en común. “Para mí es un compañero, fue un gran rival y esto nos ha beneficiado a ambos, y al tenis también. Hemos compartido una parte de vida. Hay cosas en las que nos parecemos, nos interesa la tranquilidad, la familia. En otras cosas somos distintos. Él es suizo, yo soy latino. Tenemos carácter, culturas, maneras de vivir distintas”, expresó.
“Con Federer no cambió nada desde que vino por primera vez a mi academia, porque la relación ya era buena, de no ser así nunca habría venido. Y yo le visité en Suiza y en Sudáfrica, a jugar por su Fundación”, agregó.
Además, habló de Novak Djokovic y de las bromas del serbio sobre los rituales de Rafa antes de jugar los puntos. El zurdo negó que se haya ofendido y consideró que él “nunca” se ofende. También, negó que sea “supersticioso” ni “esclavo de sus costumbres” a la hora de competir: “Son la manera para concentrarme, para callar las voces que tengo dentro. Para no escuchar la voz que dice que perderé, y tampoco la que es aún más peligrosa, la que dice que ganaré”.
Por último, aseguró que todavía es el momento de pensar en su retirada: “No sé cuándo me retiraré, el tenis es un juego mental, no matemática. Cuando sea el momento, lo sabré. Luego me dedicaré a los niños, nuestra Fundación ayuda a los niños”.
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