“El fútbol es la dinámica de lo impensado”, dijo el periodista Dante Panzeri, concepto en base al cuál escribió su famoso libro en 1967. Sin embargo, cuando el argentino hablaba sobre esto, difícilmente hubiese imaginado que entre lo impensado era posible que sucediese algo como lo que ocurrió este domingo en España en el encuentro entre el Vinarós y el Peñíscola.
El encuentro correspondiente a la Primera Regional Grupo I estaba 1 a 0 en favor del visitante cuando se jugaba el tiempo adicionado por lo que el arquero del conjunto local fue al área rival para cabecear un tiro de esquina y buscar así la heroica. El guardameta no pudo ganar en el área, pero los jugadores del Peñíscola tampoco lograron rechazar el balón que quedó suelto en la puerta del área.
La pelota cayó por accidente en los pies de Carlos, quien se acomodó para su pierna derecha y desenfundó un remate espectacular que se coló contra un palo y desató la locura en el estadio. Los futbolistas del Vinarós se abrazaron con su compañero mientras el relator explotaba de euforia, porque claro, el portero lo había logrado y el marcador estaba 1 a 1.
Así las cosas parecían culminar de manera feliz para el local, pero sucedió lo que nadie imaginaba. Mientras en el estadio seguían escuchándose los gritos de gol y el arquero Carlos regresaba rumbo a su área, el equipo visitante sacó rápido del medio, aprovechó la distracción de sus adversarios y con un remate lejano que pasó por arriba del portero, estampó el 2 a 1.
Todo esto sucedió en apenas un minuto y fue una muestra de por qué el fútbol es el deporte más popular del mundo. De un segundo a otro, la alegría cambió de lado y dejó uno de los momentos más descabellados del año que, como era de esperarse, se viralizó en las redes sociales.
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