La NFL y la Asociación de Jugadores (NFLPA, por su sigla en inglés) determinaron sancionar a los Tennessee Titans con USD 350,000, al determinar que se violaron los protocolos sanitarios.
Tras los 24 casos entre jugadores, entrenadores y personal, del 24 de septiembre al 11 de octubre, la liga comenzó una investigación al respecto para conocer lo que había sucedido al respecto. Situación por la que se tuvo que reprogramar el partido entre Titans y Pittsburgh Steelers en la semana 4.
Lo cual implicó la supervisión de las instalaciones de la organización, lo que se detectó fue que el personal no usaba cubrebocas y además no existió comunicación suficiente sobre los entrenamientos fuera del complejo de la franquicia.
Los Titans proporcionaron documentos, videos y la liga también realizó entrevistas entre el personal, tras la investigación una de las conclusiones fue que la organización sí había destinado recursos para cumplir con los protocolos sanitarios, asimismo, la liga compartió la información con la franquicia el pasado lunes.
Habrá que recordar que tras dicho caso, se determinó que las pruebas de COVID-19 se aplicarán diario excepto los días de juego, las cuales serán obligatorias para deportista e integrantes del staff. Los test también se aplicarán durante las semanas de descanso.
De acuerdo con datos de AP, del primero de agosto hasta el último reporte de la NFL, acumulan 47 diagnósticos positivos en jugadores y 71 miembros del personal de los equipos han dado positivo al COVID-19
La segunda organización que está bajo la mira de la NFL son los Raiders, ya que el lunes 19 de octubre colocaron en la lista de reserva/COVID-19 a Damon Arnette, para el miércoles sumaron también a Trent Brown. Se realizó un rastreo de contacto y fueron cuatro linieros ofensivos que estuvieron fuera de las prácticas durante toda la semana y Johnathan Abram fue descartado para este fin de semana.
La liga y la Asociación de Jugadores han detectado que Trent Brown no usó de manera constante el dispositivo de rastreo, mientras que el resto de los linieros se reunieron.
Cabe señalar que los Raiders ya fueron multados con USD 250,000 porque el entrenador en jefe Jon Gruden no usó cubrebocas durante uno de los primero partidos y otra sanción fue por USD 50,000 por que una persona no autorizada entró al vestuario y otros jugadores fueron sancionados por no portar mascarilla en un evento benéfico.
A finales del mes de septiembre, Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de la NFL, informó en un comunicado que las multas podrían escalar a una suspensión indefinida para entrenadores, jugadores o miembros del staff o incluso una franquicia podría perder selecciones del draft.
En el protocolo sanitario de la NFL se establece que todo el personal de un equipo debe utilizar mascarilla. Por ejemplo, durante los traslados a otras sedes de juegos y en las instalaciones.
Para los jugadores, las excepciones se aplican en un juego y los entrenamientos, mientras que durante un partido los entrenadores, miembros del staff y personal médico que permanece en el área de las bancas deben usar cubrebocas. En el caso de los oficiales de campo usan mascarilla y guantes durante el encuentro.
La liga emitió un primer memorándum el 14 de septiembre en el que hizo énfasis sobre el uso del cubrebocas, particularmente de los entrenadores en jefe y el resto del personal que permanece en el campo durante un partido.
En el caso de los jugadores, la multa por no usar mascarilla, según información de CNBC, tiene una escala progresiva y la multa máxima es de USD 14,650. Aunque también se incluyen multas por no realizarse la prueba de detección de COVID-19 (los equipos pueden sancionar a la persona con un máximo USD 50,000), el no usar un dispositivo que advierte a los jugadores que muy cerca de otra persona o rastrear contactos, en caso de que alguien da positivo (penalización máxima es de USD 14,650)
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