Adama Traoré se ha convertido en los últimos años en una de las grandes figuras de la Premier League gracias a sus grandes actuaciones que lo convirtieron en pieza clave del Wolverhampton, uno de los equipos que estuvo a punto de ingresar a la Champions League la temporada pasada y que le generó problemas a los más poderosos de la Premier League.
El extremo surgido de la cantera del FC Barcelona en donde llegó a jugar algunos encuentros entre las temporadas 2013/14 y 2014/15, se marchó rumbo a Inglaterra para encontrar continuidad y allí modificó completamente su aspecto físico. A su envidiable destreza se sumó un aumento de su masa muscular tan impresionante que actualmente es considerado como uno de los jugadores más fuertes de Europa.
Este fin de semana se publicó una entrevista con el sitio británico Daily Mail en donde se refirió al secreto, ya no tan secreto, que lo llevó a hacerse viral hace algunos meses cuando se conoció que antes de cada partido se unta aceite de bebé en el cuerpo para evitar que sus adversarios puedan agarrarlo en el campo de juego. “El cuerpo técnico tuvo una idea muy inteligente porque sabían que estaba teniendo problemas con mi hombro. Los oponentes me agarraban del brazo para que no me moviera, tiraban de mi hombro. Si pones el aceite, es imposible que me agarren, especialmente si yo también me muevo. Al principio fue muy divertido porque muchos jugadores me agarraban del brazo y no podían atraparme. Se preguntaban ‘¿qué pasa?’ y seguí diciendo que no sabía nada. Todo el mundo lo sabe ahora, pero no importa. Es importante para mí porque los jugadores tienen que usar otra táctica. Ahora que tengo el aceite en el brazo, ¡puedo escaparme!”, reconoció.
El artillero de 24 años recordó también cómo fueron sus inicios en el fútbol. “Cuando era pequeño, mi hermano, mis amigos y yo solíamos jugar un torneo contra todos, cinco contra cinco. La gente nos conocía, porque yo jugaba en el Barcelona y mi hermano jugaba en el Espanyol. Ganábamos la mayoría de nuestros partidos y decían: ‘Hay dos hermanos, uno jugando en el Barcelona y otro en Espanyol. Tienen un equipo de amigos y son muy buenos’, así que venía gente de todas partes de la ciudad y solían desafiarnos. Yo tenía 14 o 15 años en ese momento y solía jugar contra chicos de 17 y 18. Jugamos contra todos donde crecimos y fue muy divertido”.
Como adolescente, solía pasar más tiempo en las calles que en su casa y por eso conoció algunas malas compañías. Sin embargo, siempre se mantuvo alejadas de ellas: “Había algunas pandillas, pero cada vez que jugábamos contra ellas, nos centramos en el fútbol. Eso también estuvo bien. Podrías jugar contra un pandillero y lo que sea que esté pasando en su vida personal, él lo olvidaría. Todo lo que importaba era el fútbol. La mentalidad es muy importante. Tus padres pueden educarte, y eso es importante, pero también se trata de lo que quieres de la vida. Si tienes las cosas claras y quieres tu sueño y crees que puedes conseguirlo, significa todo. Mi sueño era ser futbolista y trabajé para ello y esto era lo que importaba, así que no me importaba lo que estaba pasando por todos lados”.
Mientras Traoré se desempeñaba en la cantera del Barcelona, veedores de los Estados Unidos viajaron hasta España para verlo y ofrecerle una oportunidad en Norteamérica, pero en otro deporte: “Los cazatalentos de la NFL lo intentaron, pero yo quería ser futbolista. Mi sueño siempre fue jugar al fútbol”.
Es que en Cataluña, además, brillaba quien fue su primer ídolo: “Para mí, la llegada de Ronaldinho al Barcelona fue increíble, algo mágico. Luego, Andrés Iniesta y poco después vinieron más jugadores como ellos. Pero con quien empezó todo fue Ronaldinho. A mi edad, Ronaldinho era el mejor”.
El español recordó que por entonces el Real Madrid dominaba las portadas del mundo con su equipo de estrellas, mientras que el cuadro azulgrana no tenía demasiadas figuras como para llamar la atención de millones de aficionados alrededor del globo. Pero cuando el brasileño aterrizó en el Camp Nou, todo cambió. “Siempre recordaré su primer gol ante el Sevilla. Controló el balón en la línea media y pasó a dos jugadores. Mi casa no estaba lejos del Camp Nou, así que escuché los gritos y el ruido en mi cama. El partido era a medianoche y estaban dando comida gratis a la gente para que lo vieran. El estadio estaba lleno. Y lo vi al día siguiente. Antes de Ronaldinho, el Barcelona no podía desafiar al Real Madrid, porque tenía a los Galácticos y lo ganaron todo. Luego cambió. Los chicos de la cantera antes teníamos pases gratuitos para ver los partidos y los veíamos entrenando junto a La Masia. Ronaldinho era asombroso y mágico”.
Traoré se marchó del Barcelona en 2015, en donde no llegó a completar si quiera cinco partidos en dos temporadas. Tras un paso irregular por el Aston Villa se unió al Middlesbrough en donde encontró continuidad y pudo destacarse. En 2018, el Wolverhampton se interesó en él y en la última temporada marcó 6 goles y dio 12 asistencias en 52 partidos. Su notable rendimiento lo llevó a ser convocado por Luis Enrique para algunos encuentros de la selección de España.
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