El receptor de la NFL, Antonio Brown, y los Buccaneers de Tampa Bay llegaron a un acuerdo sobre un contrato de un año, de acuerdo con varias fuentes cercanas a las negociaciones. Este movimiento sería de suma relevancia para el equipo de Florida, pues marcaría una reunión con el mariscal de campo estelar, Tom Brady.
Hasta el momento, informó la agencia de noticias EFE, los detalles del contrato no se han concluido y Brown tiene que aprobar los protocolos del coronavirus antes de unirse al equipo, pero las mismas fuentes indicaron que es probable que el receptor haga su debut con los Buccaneers durante la novena semana contra los Saints de Nueva Orleans, el 8 de noviembre.
Los Bucs han tenido problemas en la posición de receptor abierto. Mike Evans ha estado jugando con un tobillo lesionado desde la cuarta semana y no ha podido practicar de manera constante; Chris Godwin acaba de regresar de una lesión en el tendón del muslo; y Scotty Miller se ha visto limitado por una lesión en la ingle y cadera.
Es importante destacar que Brady había estado presionando para que los Bucs firmaran a Brown desde el verano. Además, tienen un antecedente, pues el primero tomó bajo su protección al segundo en su breve período en los Patriots de Nueva Inglaterra, la temporada pasada, donde sólo jugaron un partido juntos.
Cabe recordar que la NFL suspendió a Brown ocho juegos sin paga por múltiples violaciones de la política de conducta personal de la liga, de acuerdo con un anuncio de la liga en julio.
Además, la NFL también continúa investigando una demanda presentada por la ex entrenadora de atletismo de Brown, Britney Taylor, quien alegó que él la agredió sexualmente el 10 de septiembre de 2019, un día después de que los Patriots lo firmaran.
De acuerdo con la mujer, Brown se habría expuesto desnudo frente a ella para proceder a besarla sin su consentimiento. Pero esa no fue la única ocasión, pues hubo una segunda oportunidad en que ella veía la televisión en un sofá cuando él comenzó a masturbarse detrás suyo hasta eyacular en su espalda.
Meses después de los incidentes y tras poner fin a su relación laboral con Antonio Brown, el jugador la contactó para disculparse, pero dijo no haber creído que fuera sincero.
Además de esa demanda, Brown también enfrenta otra acusación de conducta sexual inapropiada por parte de una artista que trabajaba en su hogar en el oeste de Pensilvania en 2017. Esa acusación es parte de un informe de Sports Illustrated, el cual detalla incidentes domésticos relacionados con Brown, un robo de una subasta de caridad y múltiples deudas.
Por estas polémicas, Brown únicamente duró 11 días como jugador de los Patriots de Nueva Inglaterra, equipo que optó por prescindir de sus servicios al encontrarse en las disputas legales por las acusaciones de abuso sexual.
Cabe destacar que días antes de que llegara a Nueva Inglaterra, Brown había sido liberado por los Oakland Raiders, pues protagonizó una pelea con el gerente general del equipo, Mike Mayock, con quien tuvo fuertes discusiones debido a las multas que le habían impuesto.
Todos estos problemas, especialmente los relacionados con agresiones sexuales, también impactaron en la imagen del jugador, a tal grado que la marca Nike rompió sus vínculos comerciales con el deportista.
A pesar de todo, varios equipos se entraron en una disputa por hacerse de sus servicios para la campaña actual. Uno de esos casos fue el de los Seahawks de Seattle, que intentó usar a sus dos mariscales de campo y amigos de Brown, Russell Wilson y Geno Smith, para convencerlo; sin embargo, parece que Tom Brady tuvo más peso en las negociaciones.
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