El paso de Robinho por el Santos fue más que breve ya que este viernes se conoció que, de común acuerdo, el jugador y el club decidieron rescindir el contrato que habían firmado hace menos de una semana. La llegada del delantero de 36 años, condenado por violación en Italia en 2017, había generado una ola de repudios que se acrecentaron en las últimas horas luego de que trascendieran detalles de los audios de la causa.
En 2017, el brasileño había sido condenado a nueve años de prisión por violencia sexual. Un tribunal italiano lo encontró culpable, al igual que a su amigo Ricardo Falco, de participar en una violación colectiva contra una joven de origen albanés, de 23 años, en una discoteca de la ciudad italiana en el 2013.
Este viernes salieron a la luz los audios de las grabaciones telefónicas que hizo la justicia italiana en el marco de la causa y que derivaron en la condena del delantero, quien siempre negó las acusaciones y que tan solo se limitó a recalcar que “mantuvo sexo oral” de manera consentida con la denunciante.
En una de esas conversaciones que publicó el medio brasileño GloboEsporte, el músico Jairo Chagas, que actuó en el local la noche de la violación colectiva, expresó a Robinho su preocupación sobre el avance de la investigación, a lo que el jugador brasileño respondió: “Me río porque me importa un comino, la mujer estaba completamente borracha, ni siquiera sabe lo que pasó”.
“Menos mal que existe Dios porque yo ni toqué a la joven”, indicó para reconocer en la secuencia que vio a algunos de sus amigos “joder” a la víctima, pero no él. “Eran cinco encima de ella”, completó. En otra llamada, Robinho llegó a reconocer que “intentó” el coito, frente a lo cual el músico le recordó lo siguiente: “Yo te vi cuando colocaste el pene dentro de su boca”. “Eso no significa follar”, respondió el futbolista.
La investigación también recopiló otras conversaciones con amigos del ex jugador del Real Madrid que estuvieron presentes en la discoteca y que también se mostraron preocupados con el caso. Robinho dijo a uno de ellos que “no sabía” si alguno de sus amigos había “eyaculado dentro de la mujer” y la había “dejado embarazada”. “Recuerdo que yo y tú no follamos con ella porque tu pene no subía, estaba flácido.... El problema es que la muchacha dice que tres la agarraron con fuerza”, expresó. En otra llamada transcrita, resaltó que “no había pruebas de que hicieron alguna cosa”.
Además de Robinho y Falco, otros cuatro brasileños habrían participado en el acto calificado por la Procuraduría de Milán como “violencia sexual”, pero abandonaron Italia en el desarrollo de las investigaciones y, por ello, están siendo procesados aparte.
A raíz de este escándalo, Santos anunció de manera oficial que Robinho no será parte del equipo. De común acuerdo, el atacante y la institución decidieron rescindir el contrato que habían firmado el pasado 10 de octubre “para que el jugador pueda concentrarse exclusivamente en su defensa en el proceso que se lleva adelante en Italia”, explicaron. Esto se debe a que la condena contra el brasileño es de primer grado y aún restan instancias de apelación para que la sentencia quede firme.
Robinho habido sido noticia tan solo seis días atrás cuando acordó su regreso al Santos, con la idea de jugar al menos hasta febrero en el equipo del que surgió en 2002. Según había informado el club, cobraría poco más que un salario mínimo. El contrato estipulaba que la entidad tan solo le abonaría 1.500 reales (271 dólares) de manera mensual, un sueldo un poco superior al mínimo que rige en Brasil.
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