La victoria de Argentina se había consumado. El fortuito tanto de Lautaro Martínez y el postrero de Joaquín Correa le habían servido a los de Lionel Scaloni para dar vuelta la historia tras la apertura del tanteador en la cabeza de Marcelo Moreno Martins, verdugo albiceleste. La impotencia se hizo notar en un cuadro boliviano que venía de perder 5-0 con Brasil y ahora besó la lona en la altura de La Paz. Y luego del último silbatazo casi se arma un escándalo con Lionel Messi y el preparador físico del conjunto anfitrión al que Leo llamó “Pelado”.
“¿Qué te pasa, pelado? Estuviste gritando todo el partido, ¿para qué hacés quilombo? Desde el banco estás gritando...”, le recriminó Messi a Lucas Nava, un argentino que paradójicamente tiene al astro del Barcelona como referente dentro del fútbol. Pero en su afán por defender la insignia boliviana la idolatría quedó completamente de lado.
El capitán argentino se saludaba con algunos compañeros y ya se había despedido de la terna arbitral con un choque de puños, nueva modalidad en tiempos de coronavirus para impedir el contagio mediante un apretón de manos o beso en la mejilla. Y ahí la Pulga divisó a Nava, que seguía con las revoluciones a mil por la derrota que dejó en el fondo de la tabla al elenco conducido por el venezolano César Farías.
El PF le habló a Messi aunque el ángulo de la cámara impidió una lectura de labios y el micrófono no dejó claro qué le dijo. A unos pocos metros, Moreno Martins continuaba la acalorada discusión con otros integrantes del contingente albiceleste. El delantero de 39 años exhibía su bronca porque entendía que el festejo de los adversarios había sido desmedido, a diferencia del respeto que ellos mismos habían mostrado tras la histórica goleada por 6-1 en el mismo escenario en 2009, en las que también había anotado un tanto. “Se comieron seis”, retrucó el 9 antes de que bajara la espuma.
¿Quién es Nava? El calvo colaborador que se convirtió en tendencia rápidamente en las redes sociales tras su cruce dialéctico con Messi (incluso el Kun Agüero lo citó en una storie en su cuenta de Instagram) se desempeñó como preparador físico en el ascenso argentino en Nueva Chicago y Barracas Central. Pero también sumó experiencias en el exterior en Cerro Porteño de Paraguay y The Strongest de Bolivia (2018), de la mano de Farías, antes de que tomaran las riendas de la selección nacional.
No es exagerado afirmar que Nava tiene devoción por Messi y es ferviente seguidor del seleccionado argentino. En sus redes sociales así se expresa, con imágenes del rosarino y constantes deseos de éxito para la Albiceleste, por caso, con un posteo en particular antes de la disputa del Mundial de Rusia 2018. Hoy su corazón está partido: la mitad sigue perteneciendo a sus raíces pero la otra adquirió el tono verde de la camiseta de Bolivia.
Infobae pudo dialogar con el arquero Carlos Lampe, testigo de los hechos y uno de los que debió calmar las aguas entre ambos bandos: “Yo justo estaba conversando con Messi y vimos que Marcelo Martins estaba discutiendo con unos chicos de Argentina pero no logré ver quiénes eran. Ahí traté de separar a mis compañeros y no pude escuchar qué se dijeron”. El arquero que tuvo un paso efímero por Boca a fines de 2018 es admirador del fútbol argentino y, lógicamente, de Messi. Se llevó un obsequio: después del alboroto, pudo cambiarle la camiseta número 10 en la entrada a los vestidores.
En la primera emisión del noticiero Sportia, que se emite por TyC Sports, advirtieron que según allegados al cuerpo técnico del combinado boliviano el cruce se desató luego de que un integrante de la delegación argentina insultara a un futbolista del representativo local. “Estábamos conversando con Leo y me dice “mirá, mirá”. Sí, estaba discutiendo Marcelo con dos de argentina. Venían ya discutiendo de más arriba. Ahí viene el PF nuestro, estaba separando, no lo vi discutiendo con nadie. Ahí pasó lo que han visto con Leo”, agregó Lampe sobre el tema en el canal TyC Sports. “No estaba caliente el partido. Por ahí la incertidumbre del segundo gol la posición de Lautaro generó un poco de calentura nuestra, pero no estuvo caliente el partido. Sí los últimos 5 minutos queríamos animarnos más, que se juegue, pero dentro de lo normal. Martins me dio a entender que lo habían gastado un poco, que lo había molestado y nada más. Estaba un poco mal por la derrota y todos los problemas que habíamos vivido”, añadió.
Sobre las alternativas del 2-1 en contra, Lampe valoró en diálogo con este medio: “En el primer tiempo fuimos superiores, con tres jugadas claras de cabeza y remates en buena posición que no terminaron bien. El segundo tiempo nos quedamos y Argentina creció. Deben cambiar los problemas que hay, para que el Profe (Farías) pueda disponer de todos los jugadores. No estuvieron los chicos de Bolívar, Wilstermann y Oriente Petrolero. Igualmente no es excusa, trabajamos muy bien en casi 60 días y las cosas no salieron como queríamos”.
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