Cristiano Ronaldo fue una de las figuras del empate 0-0 entre Portugal y Francia por la UEFA Nations League. Como prueba de su vigencia, el delantero, de 35 años, se cruzó con Kylian Mbappé, uno de los candidatos a heredar su rol de megaestrella, quien se acercó a saludarlo y luego, en redes sociales, volvió a revelarle que lo tiene como su ídolo.
CR7 aspira a seguir coleccionado títulos y marcas en lo que le queda de carrera. A nivel clubes, apunta a volver a ganar la Champions League, esta vez con la Juventus (ya lo logró con el Manchester United y el Real Madrid). Y a nivel selección, repetir la Eurocopa (la ganó en 2016, con Fernando Santos como entrenador) y alzar la estrella que hasta hoy le fue esquiva: la Copa del Mundo.
Cristiano disputó los últimos cuatro Mundiales con su selección y no pudo ganar ninguno. Lo más lejos que llegó fue a las semifinales, en Alemania 2006. El atacante sorprendió con una confesión en diálogo con Sportbible: “El Mundial de Qatar en 2022 será mi último torneo con la selección de Portugal, será mi despedida”.
En consecuencia, en la próxima Copa del Mundo, a la que arribará con 37 años, apelará a la bala de plata. Ronaldo supo confesar que su deseo es jugar al fútbol en el más alto rendimiento hasta los 40 años. A su idea la respaldan el cuidado casi religioso que le dedica a su cuerpo, una dieta que no admite fisuras, el entrenamiento a consciencia y la competitividad.
Sin embargo, Santos, orientador de Portugal desde 2014, supo poner en duda su afirmación de que llegará a jugar al fútbol con 40 años, en base a un análisis apoyado en el conocimiento profundo del personaje.
“Cristiano está preparado para jugar hasta los 40, pero no sabe si eso va a pasar. “Él puede llegar a sentir en algún momento que ya no tiene las mismas condiciones. No es jugador para bajar el nivel, cuando sienta eso va a salir por su propio pie”, se explayó.
“Cuando sienta que no va a poder ser Ronaldo, no va a ser Ronaldinho. Ronaldinho entre comillas, a no confundir con el Ronaldinho brasileño”, concluyó su reflexión, expresada hace 15 días.
Surgido de Sporting de Lisboa, el oriundo de la Isla de Madeira, en Portugal, edificó una carrera asombrosa, en la que cosechó 32 títulos, entre sus actuaciones con los clubes a los que representó y su seleccionado. Además, fue honrado con cinco Balones de Oro al mejor jugador del planeta. El Mundial, como sucede con su antagonista Lionel Messi, es su obsesión. Y, por decisión propia, la última oportunidad de obtenerlo será en Qatar.
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