En los últimos 15 años, solo dos tenistas han logrado poner un freno al poderío de Rafael Nadal en Roland Garros. Este domingo, el español volvió a demostrar por qué es el mejor de todos los tiempos en el polvo de ladrillo parisino y logró una contundente victoria ante un jugador que este año parecía invencible, como lo es el número uno del mundo, Novak Djokovic.
Con un triunfo por 6-0, 6-2 y 7-5, Nadal se alzó con su corona número 13° en el Abierto de Francia y, además alcanzó a Roger Federer como el mayor ganador de torneos de Grand Slam de la historia en la rama masculina, con 20 conquistas. Una vez consumada la apabullante victoria del nacido en Mallorca, las redes sociales se inundaron de mensajes destacando su grandeza como jugador y uno de los mensajes más compartidos fue una suerte de “presagio” que hizo el ex tenista Nicolás Almagro.
En los cuartos de final de la edición del 2008, Nadal y Almagro protagonizaron un duelo de españoles en Roland Garros. El de Mallorca, que venía de ganar las ediciones de 2005, 2006 y 2007 en forma consecutiva, lograba imponer su tenis casi sin fisuras, razón por la cual en determinado momento del partido su rival demostró toda su impotencia.
“Va a ganar Roland Garros cuarenta años seguidos...Va a tener 65 años y va a seguir ganando Roland Garros”, sostuvo Almagro, ofuscado, mirando hacia las gradas y dando su espalda a Nadal, quien finalmente se quedaría con el triunfo por un contundente 6-1, 6-1 y 6-1. En ese torneo, Rafa llegaría hasta la final para vencer a Roger Federer y alzarse con su cuarto Roland Garros en fila.
La reflexión de Almagro, entendida como una “profecía”, se viralizó este domingo, luego de la 13° consagración de Nadal en París. A los 34 años, el actual número dos del ranking ATP sigue compitiendo al máximo nivel y no parece dar ninguna señal de que el fin de su carrera esté cerca. Por el contrario, sigue siendo amplio dominador en el circuito y de seguro su nombre seguirá estando en las instancias finales del Grand Slam parisino en las próximas temporadas, dándole la razón a la reflexión de su compatriota.
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