Fue la 56ª vez que se veían las caras en toda su carrera. La 28ª para dirimir un título. La 3ª que definía un título de Roland Garros. Un clásico en el mundo del tenis entre dos de los tres jugadores más ganadores de la historia. Pero el resultado no fue sorpresa, ya que Rafael Nadal demostró porqué es el rey de la tierra batida y se impuso ante Novak Djokovic por 6-0, 6-2 y 7-5. De esta manera, el mítico estadio Philippe-Chatrier fue testigo no solo de la 13ª vez que el español levanta la Copa del Los Mosqueteros (récord absoluto), sino también de su conquista número 20 en Grand Slams para alcanzar en la cima nada menos que a Roger Federer.
Sobre el inicio del cruce, quien salió decidido a mostrar su poderío en la tierra batida del Abierto francés fue el número 2 del mundo, que consiguió quedarse con el saque de su rival en tres oportunidades seguidas para llevarse el primer parcial por un contundente 6-0 en 45 minutos.
El segundo set tampoco comenzó del todo fácil para el serbio, quien debió levantar dos break-points para conseguir así su primer juego del partido. Sin embargo, el español volvió a mostrar sus increíbles virtudes sobre el polvo de ladrillo del último Grand Slam de esta temporada atípica y le rompió el servicio dos veces consecutivas para adelantarse 4-1 en el marcador. Nole se mostró muy errático con su juego, sin un buen saque ni esa capacidad atlética que lo caracteriza, fue así que en 49 minutos perdió 6-2 y Rafa se adelantó 2-0 en el tanteador global.
Ya en la tercera entrega, Nole pareció haber despertado al conseguir los dos primeros juegos con su saque y recuperar inmediatamente un quiebre por parte de su rival para igualar 3-3. Si bien la mejor raqueta del momento cometió constantemente errores no forzados para otorgarle puntos a su adversario, esa actitud ganadora y mente fría que lo destaca le sirvió para mantenerse en partido. Pero donde manda capitán jamás mandará marinero y Rafa se quedó con el saque del serbio para ponerse 6-5 arriba y así coronar un nuevo título con su servicio, 7-5, en un total de 2 horas y 41 minutos de juego.
Antes de esta nueva victoria y coronación en la capital de Francia, Nadal sólo había perdido dos veces en toda su carrera -y abandonado una vez por lesión-, lo que demuestra el total poderío en el certamen. En total, ganó 13 títulos en 15 años en la tierra batida del Abierto francés.
Además, este triunfo ante Nole significó su celebraciones número 100 en Roland Garros, marca que inició el 23 de mayo del 2005 contra el alemán Lars Burgsmuller, a quien superó por 6-1, 7-6 y 6-1 en la primera ronda de aquel torneo. Ese primer paso, que significó su debut en el torneo, terminó con una foto de Rafa alzando su primera copa en esas tierras contra el argentino Mariano Puerta.
El tiempo lo transformó en el máximo ganador en la historia de este Grand Slam por amplio margen: acumula más del el doble de los 6 que sumó el sueco Björn Borg en su trayectoria deportiva.
De esta manera, el español pudo imponerse pese a que el historial historial le era favorable al actual número 1 del mundo: lo venció en 29 oportunidades. Ahora, Nadal suma 27 victorias y amplió su racha a siete de las ocho veces que se vieron las caras en Roland Garros (2006, 2007, 2008, 2012, 2013, 2014 y 2020).
Para llegar a la conquista de este nuevo galardón, Nadal dejó en el camino a Egor Gerasimov, Mackenzie McDonald, Stefano Travaglia, Sebastian Korda, Jannik Sinner y Diego Schwartzman. El detalle: no perdió ningún set y sólo concedió 53 games en todo el certamen. El argentino en semifinales y el italiano en cuartos de final fueron los únicos que alcanzaron a empujarlo a un tie break en sus respectivos partidos: se impuso 7-4 sobre el europeo y 7-0 contra el sudamericano.
Estadio: Philippe-Chatrier
MÁS SOBRE ESTE TEMA: