Este viernes Grupo Pachuca, consorcio dueño del club León de la Liga MX, tuvo que desalojar el estadio “Nou Camp”, el cual le rentaba al municipio del mismo nombre, debido a que el antiguo dueño del equipo, Roberto Zermeño, ganó en octubre de 2019 un litigio de 11 años que lo acredita como propietario.
Y aunque el empresario tampoco pudo tomar posesión de las instalaciones, luego de que decenas de aficionados llegaron a tempranas horas a impedirlo mediante actos vandálicos, la escuadra de “La Fiera” no tiene sede para disputar sus dos últimos encuentros como local en el torneo Apertura 2020.
Ahora, Grupo Pachuca tendrá que negociar con la familia Zermeño, construir su nuevo estadio o cambiar temporalmente de inmueble.
Como León, hay otros siete equipos más del fútbol mexicano de Primera División que no cuentan con un estadio propio. Tal es el caso de Puebla, Querétaro, Pachuca, Mazatlán, Necaxa, Cruz Azul y FC Juárez.
Cabe mencionar que, aunque no han tenido conflictos con los dueños de los inmuebles, en su mayoría gobiernos estatales o municipales, deben de llegar a un acuerdo cada ciertos años para la renta, comodato o prestación de servicios para llevar a cabo sus partidos como local.
De acuerdo con el portal ESPN, el club que menos problemas tiene al respecto son los Tuzos del Pachuca, pues firmaron un comodato por 99 años en 1999, por lo que Grupo Pachuca no tendrá que ver por el futuro del equipo en el estadio Hidalgo hasta 2098.
Mazatlán FC, la nueva franquicia de la liga, no tenía en regla el comodato del estadio Kraken hasta antes de iniciar el torneo, esto de acuerdo a una investigación realizada por el mismo medio, por lo que se desconocen los términos de cómo fue la cesión del gobierno de Sinaloa sobre el inmueble que costó más de 600 millones de pesos.
Por su parte, Puebla FC y el gobierno estatal firmaron en 2014 un convenio por 10 años, por lo que en 2024 este se revisará para ver si el cuadro de “La Franja” sigue en el estadio Cuauhtémoc.
Los Gallos Blancos de Querétaro que juegan en el estadio Corregidora que es del gobierno estatal y su contrato era por temporada bajo comodato a Grupo Ángeles. Sin embargo, con el cambio de propietarios, se desconoce los nuevos términos del uso del inmueble.
En cuanto al Necaxa, firmaron en 2001 un contrato por 50 años con el gobierno de Aguascalientes para el uso del estadio Victoria, por lo que hasta 2051 se evaluará esta situación con los Rayos.
FC Juárez surgió como franquicia en 2015, mediante una sociedad de empresarios mexicanos y estadounidenses, que juega sus partidos como local en el estadio Benito Juárez de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Solo el Cruz Azul renta a Grupo Televisa el uso del estadio Azteca, donde también juegan las Águilas del América. De ahí en fuera, los otros diez equipos no tienen que preocuparse por ser desalojados en algún momento.
Cabe mencionar el caso de Pumas y los Tigres, dos clubes que juegan en estadios de universidades públicas. El primero en el estadio Olímpico Universitario, que pertenece a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); y el segundo en el estadio Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Sin embargo, la buena relación entre las entidades escolares y las directivas hacen que sea muy difícil la salida de los inmuebles.
Los que fueron obligados a dejar su casa
Además, el León no es el primer club echado de su estadio. Otro caso en México es el de sus vecinos de Irapuato, actualmente en la Liga Premier, tercera categoría del futbol profesional en México. Hasta le fecha, el club no puede ingresar al estadio Sergio León Chávez, su casa desde 1969.
La municipalidad les pidió a inicio de año buscar una sede alterna mientras se remodelaba el inmueble con una inversión de 90 millones de pesos (USD 4.250 aproximadamente). La promesa era que el club pudiera utilizarlo en cuanto estuviera finalizado, sin embargo, no les han permitido entrenar ahí y se sospecha que el gobierno quiere llevar un equipo de la Liga de Expansión MX, segunda categoría, a dicha plaza.
Del mismo modo, Pumas en 1999 no pudo jugar en el Estadio Olímpico Universitario por casi un año debido a que estalló una huelga estudiantil en la UNAM, entonces decidieron mudarse al estadio Corregidora de Querétaro hasta inicios del año 2000, cuando por fin pudieron volver a Ciudad Universitaria.
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