Suena La Marcha Real en los altoparlantes del mítico estadio Philippe-Chatrier mientras una bandera española flamea digitalmente por las enormes pantallas del recinto. El hombre de campera blanca y tapabocas rosado levante su cabeza y fija las pupilas de sus ojos en la imagen. El himno llega a su fin y una gota cae por uno de sus lagrimales. Esa fue la imagen que dejó Rafael Nadal al recibir su 13ª Copa de Los Mosqueteros y sumar así un nuevo título en Roland Garros para seguir ampliando su récord absoluto.
Tras imponerse por 6-0, 6-2 y 7-5 ante Novak Djokovic, el actual número 2 del ranking ATP subió al escenario montado sobre el polvo de ladrillo del estadio que más veces lo vio ganar, tomó el micrófono y se despachó con un emotivo discurso.
“Para mí, ganar aquí otra vez, ni siquiera puedo decir que es un sueño. Es algo que está fuera de mis mejores pensamientos. Estoy muy feliz por mí y por todo esto. Como todos saben, este torneo es el más importante de mi carrera, es el que más disfruto. Viví momentos muy especiales acá y hoy es uno de ellos. Obviamente, estamos atravesando momentos difíciles y no es del todo feliz celebrarlo, como sería normalmente. Gracias a todos y espero que en uno meses, cuando volvamos acá en junio, podamos celebrarlo en este nuevo estadio con las tribunas llenas. Gracias”, expresó el zurdo de 34 años ante unas tribunas que apenas albergaron a 1000 fanáticos debido a las restricciones a las que se sometió el torneo debido a la pandemia del coronavirus.
Además, Rafa no quiso dejar de destacar a su adversario, el Nº1 del mundo: “Quiero destacar a Novak, a su equipo y su familia. Un título en Australia, otro en Cincinnatti, lo que estás haciendo por el tenis es muy especial. Honestamente, es un placer compartir este día de tenis juntos, han sido muy duras nuestras batallas por mucho tiempo. Espero seguir enfrentándote en los próximos años. Felicitaciones y suerte para el futuro”.
Luego, el nacido en Mallorca quiso destacar a toda la organización del certamen debido a que no fue un año fácil para el circuito. “Quiero continuar dandole las gracias a todo aquel que hizo posible este evento. Estamos atravezando momentos difíciles y tanto Novak como yo somos afortunados en poder seguir compitiendo en nuestro deporte. Gracias por apoyar el deporte”, señaló.
Esta conquista significó más que un galardón nuevo en las vitrinas del Rey de la Tierra: entre tantas otras marcas, Nadal consiguió su triunfo número 100 en el Abierto de Francia, sumó su décimo tercer título de Roland Garros (alejándose cada vez más del segundo, el sueco Björn Borg con seis) y alcanzó los 20 trofeos de Grand Slams, mismo número que Roger Federer, para quedar igualados como los máximos ganadores de los Cuatro Grandes de las historia.
Sobre esta última, Nadal afirmó: “Ha sido un año difícil, pero ganar aquí para mi significa mucho. Yo no lo voy a tomar como que alcancé a Roger con 20 títulos, eso no me representa nada. Más representa el hecho de ganar por 13ª vez el torneo que más representa a mi familia. Solo jugar aquí para mi es una verdadera inspiración, esta ciudad y esta cancha para mi son inolvidables”.
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