Confianza. Renata Zarazúa indica que es la base de los resultados mostrados en las canchas de tenis, de su desarrollo, pero también de una larga preparación. Ella sonríe. Por el momento, asimila en compañía de su familia cada uno de los sets que disputó en el Torneo de Roland Garros.
La tenista de 23 años se remonta a diciembre del 2019 y enero del 2020 cuando comenzó su preparación y que permitió que este fuera su año. La clave estuvo en los detalles. Patricio, su hermano, se integró a su equipo de trabajo, la apoya como entrenador y en la parte psicológica.
Él, la acompaña a los torneos y es esa parte positiva. Renata se sincera diciendo que su estrategia “no es magia”.
El trabajo que hago desde hace unos años ahora se refleja un poco más en mi tenis. Soy muy apasionada por mejorar cada día y antes no se me daban los resultados que quería y, ahora, todo mi tenis y mi físico fluye un poco más
El entrenamiento de la tenista los complementa con el preparador físico Carlos Aranda y el ex tenista argentino Hugo Armando, quien funge como su entrenador principal.
“Yo quería dar ese salto en el ranking, salir de los torneos chiquitos y empezar a jugar torneos más grandes. Que mi hermano empezara a trabajar conmigo, que conociera mis metas y prioridades me ayudó a ir por el mejor camino”, contó en videoconferencia de prensa. El querer dar ese salto la motivó a continuar con sus entrenamientos bajo cualquier circunstancia.
Para febrero del 2020, el Abierto Mexicano de Tenis, registró el mejor resultado para una mujer en dicho torneo al llegar a las semifinales. Ella no despega los pies de la tierra, tras lo conseguido y continúa su trabajo.
Lo obtenido en Acapulco, cuenta que “le dio mucha confianza. En creer que podía enfrentarme contra jugadoras top-50. Ese partido contra (Sloane) Stephens me dio muchísima confianza y es eso. Es creer en el proceso y tener al equipo correcto, ha sido la clave”.
Siete meses después, Renata logró que tras dos décadas el nombre de un tenista mexicana apareciera en el cuadro principal de individuales en un Grand Slam.
En la segunda ronda en el Abierto de Francia se enfrentó a Elina Svitólina, rankeada en la quinta posición de la Asociación Femenina de Tenis (WTA, por su sigla en inglés). Renata se remonta al Court Philippe Chatrier, la cancha principal, en la que jugó sin público pero imaginó cómo la afición mexicana la estaría apoyando en ese momento y eso la motivó a hacer su mejor papel.
Confiesa que estaba nerviosa y que en los días previos no podía dormir bien, pero trato de tranquilizarse. “El tenis es mucho de experiencia sobre todo cuando llegas a torneos grandes. Las experiencias en los partidos me han ayudado a crecer”, indica Zarazúa.
Aunque su participación se limitó hasta la segunda ronda del torneo, le ganó un set 6-0 a la ucraniana y en la primera ronda superó a Elsa Jacquemot. En esos momentos su concentración estaba en lo que le podía funcionar para superar a su oponente, no en el marcador.
Al enfrentar a Svitólina miró que no son muchas las diferencias y que es un nivel que no ve muy lejos, pero está consciente de que debe seguir entrenando.
Son muy pequeños los detalles que hacen la diferencia […] Ahora puedo ajustar con mis entrenadores, creo que la consistencia de los golpes, que es algo que una de las top-10 puede tener a un nivel muy alto en los tres sets y a lo mejor, yo puedo sacar un nivel muy bueno, pero tengo que hacerlo en dos o tres sets para ganar partidos. En un Grand Slam no te regalan nada
Por otra parte, aquel 30 de septiembre, ella no imagina celebrar así su cumpleaños número 23, no pasó su mente que ese día estaría jugando.
En los próximos meses se enfocará su preparación para participar en dos torneos en Estados Unidos y después todo estará enfocado para el Australian Open, que se comienza el 18 de enero del 2021. Su sensación para el siguiente año es que le puede ir muy bien.
Una pequeña parada en la Mouratoglou Tennis Academy
Previo a su participación en Roland Garros, Renata Zarazúa estuvo en la academia del entrenador francés Patrick Mouratoglou, quien trabaja con Serena Williams desde el 2012.
Sobre su corta estancia, la mexicana contó que no pudo platicar con Patrick, porque en ese lugar se concentran muchos de los participantes antes del Abierto de Francia.
“El estar entrenado a lado de ellos, te lleva a meterte en ese mundo del tenis, de la élite. Desafortunadamente no pude hablar con Patrick Mouratoglou, pero espero volver, porque tuvimos buenos contactos y nos invitaron a volver”, menciona la originaria de la Ciudad de México.
Entre las reglas de Mouratoglou cuando comienza a trabajar con un tenista lo primero que mira es su ambición, aunque todas quieren llegar a ocupar el primer lugar, “no todas lo creen. Busco personas que crean en sí mismas y que no se rindan”.
El entrenador indica para el documental Manual de Juego que el tenis es como la música clásica que para alcanzar la perfección repites millones de veces un movimiento hasta que sea perfecto.
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