Rafael Nadal vuelve a cruzarse en el camino de Diego Schwartzman. El español derrotó después de la medianoche del martes al italiano Jannik Sinner por 7-6 (7/4), 6-4, 6-1 y se metió en la semifinal en Roland Garros. Este viernes desde las 10 AM de Argentina (8 Colombia y Perú) se medirá frente al argentino por una plaza en la gran definición.
Los números del mallorquín, N° 2 del ranking ATP, asustan. Ganó 12 veces el Grand Slam francés, en el que ostenta un récord apabullante: fue su 98ª victoria en Roland Garros en 100 juegos. Y la marca frente al Peque lo favorece rotundamente: 9-1. Pero Schwartzman, de 28 años, que viene de superar al austríaco Dominic Thiem en una épica batalla de cinco sets, ostenta la carta de haber superado a Rafa en los cuartos de final del Masters 1000 de Roma, hace apenas dos semanas. Y el fantasma, claro, jugará incluso para una estrella con imagen de invencible como Nadal.
“Es muy tarde (el partido acabó casi a la 01:30 en París) y las condiciones han sido duras para jugar. Sinner es un joven talento con mucha potencia y grandes golpes. Ha hecho un partido enorme. Me lo ha puesto difícil para sacarle de buenas posiciones a estas horas sobre la pista”, hizo su balance tras dar el paso hacia semifinales.
“Roland Garros es el lugar más especial para mí, ahora tengo dos días para descansar y estar listo para enfrentarme a Schwartzman”, agregó, sabiendo que la próxima escala también le pondrá el listón bien alto. El pasado 19 de septiembre, en Italia, Peque ganó 6-2 y 7-5 en un certamen en el que el español era el campeón defensor, favorito y nueve veces vencedor.
“Es de los mejores del mundo y, cuando juegas contra estos jugadores, si no juegas a tu nivel lo normal es perder y es lo que ha sucedido”, dijo entonces. Pues bien, en el umbral del nuevo cruce, Rafa repitió el elogio grandilocuente que no supo a frase de ocasión.
“Es un desafío jugar con Diego. Si perdí contra él es porque está jugando bien. Es uno de los mejores jugadores del mundo. Fue finalista en Roma, semifinalista aquí... Me ha batido y eso es un plus de confianza para él en nuestro enfrentamiento”, concluyó la estrella.
A partir del triunfo contra Thiem y el desembarco en las semifinales de Roland Garros, Schwartzman se aseguró su ingreso al top ten del ranking ATP por primera vez en su carrera. Hasta ahora, su mejor ubicación había sido el escalón 11 en 2018.
Además, Peque se garantizó un premio de 425.250 euros (el equivalente a 501.100 dólares) por meterse entre los mejores cuatro exponentes del certamen. Si llega a la final, la cifra ascenderá a 850.000 (USD 1.003.000). Y si se impone en París, se hará acreedor de 1.600.000 euros (1.888.000 en moneda estadounidense). Porque sus sueños no le temen ni a un monstruo como Rafael Nadal.
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