El COVID-19 no cede en México y el fútbol no es la excepción. Son varios los equipos que han tenido estragos por la enfermedad que acecha el mundo, pero sólo un puñado ha tenido más de más de 10 casos de una sentada.
El último que ha registrado esta espeluznante cifra son los Coyotes de Tlaxcala de la Liga de Expansión MX. Este domingo 4 de octubre informaron que suman 16 casos positivos en el plantel.
El club señaló que 13 son de los últimos exámenes que se realizaron a jugadores, cuerpo técnico y staff. Los otros tres son de personas que ya habían dado positivo y se encuentran bajo observación médica.
La Liga de Expansión MX confirmó la situación que vive el equipo tlaxcalteco. Además, informó que sus próximos partidos se reprogramarían, aunque no especificaron cuántos juegos serán pospuestos.
El primer equipo que sufrió un caso así fue Santos Laguna de la Liga MX. Esto sucedió a mediados de mayo, cuando el torneo aún estaba suspendido y no había fechas del regreso del fútbol en el país.
En aquel entonces, los Guerreros informaron que primero tuvieron ocho casos positivos. Sin embargo, con el paso de los días, dieron a conocer que había 15 personas contagiadas de las 39 a las que se les sometió el examen de detección.
El segundo club que pasó por esta situación fue Tampico Madero de la Liga de Expansión MX. Así como los verdiblancos, la Jaiba Brava tuvo el brote antes de que empezara el campeonato de la división de plata del fútbol mexicano.
Los tamaulipecos realizaron 55 pruebas PCR en agosto. De todas ellas, 12 casos fueron positivos y todos asintomáticos, además de que fueron aislados para evitar más contagios dentro de la institución.
Vale recordar que la Jaiba fue el primer equipo en registrar un futbolista con COVID-19 en el país (12 de mayo). César Bernal fue el primer jugador en México en contraer la enfermedad y pocas semanas después se recuperó.
La pandemia también llegó a la Liga MX Femenil. En junio, el equipo de mujeres de Cruz Azul tuvo 14 casos positivos antes de que iniciara la temporada regular, luego de la suspensión definitiva de los torneos de fútbol en México.
Quien sí tuvo complicaciones en la temporada por la epidemia fue el Atlante. Los Potros de Hierro tuvieron que posponer su ansiado debut en la Liga de Expansión, que además marcó su regreso a la Ciudad de México después de varios años en Cancún.
A mediados de agosto, el equipo azulgrana informó que tenía 15 futbolistas con el virus. “Trece de ellos asintomáticos y dos con síntomas leves”, señaló el club en un comunicado de prensa.
Mario García, técnico del Atlante, apuntó que la razón de los contagios fue que sus futbolistas tenían que viajar en transporte público a los entrenamientos. “Los que tienen carro los apoyan en ciertos trayectos, pero ahí deben abordar el transporte público, y ahí está el virus”, dijo en una conferencia de prensa.
Xolos de Tijuana son hasta ahora el club que tuvo más contagios en una sola ronda de exámenes de detección en las tres principales ligas de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). La Jauría presentó 30 casos positivos a mediados de septiembre.
“Después de recibirse los resultados de las pruebas realizadas por el Club Xolos de Tijuana al primer equipo, los exámenes indicaron 14 casos positivos por COVID-19 en jugadores y 16 en cuerpo técnico y staff”, indicó la Liga MX en un comunicado.
El equipo fronterizo tuvo que suspender dos de sus juegos de la temporada. De hecho, este miércoles apenas disputarán su segundo duelo pospuesto por la complicada situación que vivieron a mediados de septiembre.
Por último, Correcaminos de la UAT también tuvo más de 10 contagios mientras corría la temporada regular. A finales de de septiembre, los universitarios informaron que presentaron 12 resultados positivos en jugadores y tres en el staff del equipo.
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