Nadia Podoroska dio otra vez muestras contundentes de su enorme presente y quebró un nuevo maleficio para el tenis femenino argentino en Roland Garros: habrá una representante albiceleste en octavos de final por primera vez en nueve años.
La rosarina se impuso por 6-3 y 6-2 ante la eslovaca Anna Karolina Schmiedlová (161 del mundo) en un duelo que duró una hora y media en el Court 14 del mítico Grand Slam francés. Si bien su rival no está en el mejor momento de su carrera, cuenta en sus espaldas con tres títulos WTA –obtenidos entre 2015 y 2018– y supo estar ubicada 26ª del mundo hace cinco años. Sin embargo, una lesión en la rodilla le había impedido jugar durante todo el último semestre del 2019.
Schmiedlová acumulaba hasta este Roland Garros una racha de 13 derrotas consecutivas en cuadros principales de Grand Slam, algo que logró cortar en su debut contra la norteamericana Venus Williams, a quien venció por un doble 6-4. Su siguiente paso había sido también resonante: eliminó en segunda ronda a la bielorrusa Victoria Azarenka, ex número 1 del mundo y con dos títulos de Grand Slam en su carrera.
La representante argentina de 23 años terminó con las esperanzas de la europea de modo contundente y en octavos de final esperará a su rival que saldrá del duelo entre la checa Barbora Krejcikova (114° en ranking WTA) y la búlgara Tsvetana Pironkova (157°).
La última argentina en un cuadro principal de Roland Garros había sido Paula Ormaechea, quien en el 2014 accedió hasta la tercera ronda pero se retiró luego de caer derrotada ante la rusa Maria Sharapova con un doble 6-0. Fue la primera maldición que rompió Nadia.
Previamente, Gisela Dulko había logrado ubicarse en los octavos de final de la edición 2011 con una victoria contundente en tercera ronda contra la australiana Samantha Stosur, para entonces preclasificada como número 8. Sin embargo, la argentina que llegó a ubicarse 26 del mundo en 2005 no pudo concluir su duelo de octavos ante la local Marion Bartoli y abandonó en el segundo set. Nueve años debió esperar el tenis argentino para tener otra representante en esa instancia del certamen francés.
El siguiente objetivo para la rosarina Podoroska será el de pegar el salto a los cuartos de final y quebrar así uno de los máximos hechizos del tenis femenino nacional en el Abierto de Francia. La última vez que hubo una argentina en la parte final del cuadro fue en 2004 con Paola Suárez.
En aquel año, una de las tenistas argentinas más importantes de la historia logró dar el golpe sobre la mesa en cuartos de final y eliminó a una promisoria Sharapova (6-1 y 6-3) para acceder a las semifinales. Allí terminó su sueño: cayó ante la rusa Elena Dementieva por 6-0 y 7-5.
Hoy en día, Podoroska está en el puesto 131 del ranking mundial, aunque esta buena actuación en Francia la hará pegar un salto sustancial en el conteo. Cabe destacar que en la ronda anterior, Nadia había dado el golpe más importante de su trayectoria tras vencer a la 27ª del mundo, la kazaja Yulia Putintseva. No es un detalle menor que la rosarina llegó al cuadro principal luego de ganar tres duelos en la qualy.
Un dato alentador: el cuadro femenino en Roland Garros no tiene a seis de las Top Ten. Ashleigh Barty (1° y campeona defensora) decidió bajarse por la pandemia, Naomi Osaka (3°) no viajó por una lesión en el tendón de la corva, Karolina Pliskova (4°) perdió en segunda fase, Bianca Andreescu (7°) acumula un extenso parate por una lesión en la rodilla, Serena Williams (9°) abandonó en segunda ronda por una lesión en el talón de Aquiles y Belinda Bencic (10°) optó por ausentarse del torneo a última hora por un problema en el brazo derecho.
La agenda para los tenistas argentinos se completó en esta misma jornada con las presentaciones de Diego Schwartzman y Federico Coria. El Peque (14° del ranking ATP) superó en tres sets al eslovaco Norbert Gombos (106°) en el tercer turno de la cancha Simonne-Mathieu y también avanzó a los octavos de final en París. Coria, por su parte, estuvo también en el Court 14 y se despidió en tres sets tras caer ante el italiano Jannik Sinner (75°) por 6-3, 7-5 y 7-5.
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