Después de más de 10 meses, la selección mexicana volvió a disputar un partido. Sin embargo, a diferencia de sus otros encuentros, este estuvo marcado por la pandemia de COVID-19.
El Tricolor se enfrentó a su similar de Guatemala en un Estadio Azteca vacío y sin el calor de los gritos de la afición mexicana. Lo que no cambió con el paso del tiempo fue la hegemonía de los verdes sobre los conjuntos de su misma confederación, pues pasaron fácilmente por encima de los dirigidos por Amarini Villatoro.
Sólo pasaron cinco minutos para que México se fuera al frente en el marcador. El primer gol se forjó gracias a la dupla americanista en la delantera: un buen centro raso de Sebastián Córdova llegó a los pies de Henry Martin, quien nada más necesitó cerrar la pinza (1-0).
Guatemala no pudo responder. Los dirigidos por el argentino Gerardo “Tata” Martino comenzaron a juguetear con el balón, paseándolo por la media cancha, sin desesperarse para volver a tocar la puerta que defendió Ricardo Jerez.
No obstante, la segunda diana llegó al 28′, pero ahora con un toque rojiblanco. El extremo de Chivas, Uriel Antuna, desbordó por la banda derecha hasta llegar frenta al portero. Sin ser egoísta, mandó una diagonal retrasada para el ex tapatío y ahora mediocampista de Cruz Azul, Orbelín Pineda, que fusiló al experimentado guardavallas (2-0).
El Tri remarcó su amplio dominio con un contundente 3-0 antes del final del primer tiempo (36´). El tanto fue producto de una combinación entre Córdova y el lateral de Monterrey, Jesús Gallardo, donde el delantero azulcrema fue quien cerró la pinza para mandar la redonda a las redes.
Ya en el inicio del segundo tiempo todo fue más tranquilo. Los seleccionados aztecas navegaron con tranquilidad, debido a la inoperancia del equipo guatemalteco, que parecía estar asfixiado, tal vez por la altura de la Ciudad de México.
La fiesta de cambios inició tras los primeros 15 minutos de la segunda mitad. Ambos técnicos reemplazaron sus piezas para darle frescura al partido, haciendo en total seis cambios, en lo que parecía ser el inicio de la debacle.
Ya en el atardecer del encuentro, a 15 minutos del silbatazo final del árbitro, el único que no había visto acción con la pelota fue el arquero Hugo González. Ningún embate de los albicelestes centroamericanos inquietó al meta de los Rayados.
En cambio, los futbolistas de campo retuvieron el esférico. Parecía que el partido se había convertido en un rondo de entrenamiento o una “cáscara” de amigos sin importancia, sin que tuvieran que “entretener” a los aficionados.
Al final todo terminó como empezó el segundo tiempo. México dominante, con el marcador a su favor, y una selección de Guatemala que no sabía cómo acercarse a la portería local para, aunque sea, inquietar a la zaga azteca.
Con este partido, el Tata Martino evaluará quienes serán los futbolistas con los que contará para los próximos encuentros de la selección mexicana, que serán la semana entrante, donde viajarán a Países Bajos para tener dos partidos.
El 7 de octubre enfrentarán a Holanda en el Estadio Johan Cruyff, en Ámsterdam. Asimismo, el 13 del mismo mes se medirá contra Argelia, en el Cars Jeans Stadion, ubicado en la antigua capital holandesa de La Haya.
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