Por su extravagante y polémica personalidad, Nick Kyrgios no es precisamente uno de los tenistas con más amigos del circuito ATP. Pero tiene una gran relación con Andy Murray y en las últimas horas ha salido a defenderlo tras los comentarios de una leyenda del tenis que insinuó que el jugador escocés debía evaluar retirarse.
El tenista australiano de 25 años, quien descansa en su Canberra natal porque ha decido ya dar por terminada una temporada marcada por la pandemia de COVID-19, ha disparado contra el sueco Mats Wilander –ex número 1 del mundo y ganador de siete títulos de Grand Slam– por haber dicho a Murray tenía que pensar en poner fin a su carrera después de caer por 6-1, 6-3 y 6-2, en apenas una hora y 37 minutos, contra Stan Wawrinka en Ronald Garros.
“No debería estar quitando invitaciones a los jóvenes. Me gustaría que explicara porque sigue jugando, dando una falsa esperanza de que volverá algún día a ser el que era... ¿Por qué está aún jugando? Yo también jugué más de la cuenta y es uno de los grandes errores de mi carrera”, dijo Wilander en TV, ya que es actual comentarista de Eurosport.
Ahí fue cuando Kyrgios acudió a las redes sociales para defender al escocés, con quien hizo un divertido vivo en la cuarentena: “Callate Mats, a nadie le importa los que digas. Muzz, solo debes saber que por mucho que te quedes, todos apreciamos y disfrutamos tu tenis y bromas. Además, nunca he visto un punto de Mats Wilander.”
Ese tweet, que no es el primer de un Kyrgios muy activo en redes sociales por no asistir a la gira americana de pista dura y tampoco a los torneos europeos sobre polvo de ladrillo, generó un intercambió con el ruso Karen Khachanov, quien le pidió respeto para el ex tenista sueco. “Cuando atacan a uno de los míos, yo respondo. No voy a respetar a alguien por el simple hecho de pasar la pelota por encima de la red”, replicó el australiano, actual 43° del ránking ATP.
Lo cierto es que Andy Murray volvió a jugar Roland Garros por primera vez en cuatro años y no tuvo fortuna en los emparejamientos, ya que en la primera ronda se enfrentó a otro campeón de Grand Slam como Wawrinka. “Lo que tuve aquí fue un cuadro duro, sabía que aunque jugara muy bien, nada me garantizaba vencer, pero el problema es que jugué mal”, analizó.
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