La carrera de Gastón Giménez fue en paulatino y franco ascenso; prácticamente no tuvo baches ni pausas. Este formoseño de buena estatura y mejor técnica se formó deportivamente en Almirante Brown, donde debutó como profesional (2009) en el ascenso argentino y se hizo un nombre dentro de un competitivo fútbol. Con el paso de los campeonatos fue adquiriendo experiencia, confianza y rodaje, al punto tal de convertirse en figura de la Fragata, que en la temporada 2013/2014 bajó a la B Metropolitana tras una mala campaña. Él fue rescatado y fichado por Atlético Tucumán, que se quedó sin ascenso a Primera en 2014 y ganó de punta a punta el torneo al año siguiente.
Sus buenas apariciones lo llevaron a cambiar de camiseta y defender la de otro conjunto del interior: Godoy Cruz. El Tomba se convirtió en un sitio ideal para futbolistas en formación que se desarrollan y llevan a cabo su transición del ascenso a Primera. Y Giménez en Mendoza explotó, al punto tal que Estudiantes de La Plata se fijó en sus condiciones y se lo llevó.
Afirmado en la máxima categoría, todavía no había proyecciones con alguna selección. Los buenos rendimientos de Tonga no mermaban y en La Plata duró poquito: el obsesivo Gabriel Heinze le vio potencial y le exigió a la dirigencia de Vélez que lo contratara porque sería clave para el andamiaje de su equipo. Fue así que en 2018 lució la V azulada en el pecho y fue eje de una propuesta futbolística atractiva como la de Heinze en un Fortín que abandonó los últimos lugares de la zona de promedios para batallar en los primeros puestos de la tabla.
Tras el Mundial de Rusia 2018 Lionel Scaloni tomó las riendas de la Selección reemplazando a Jorge Sampaoli y enseguida se comunicó con su ex compañero Gringo Heinze para consultarle por las condiciones de uno de sus volantes más valorados. El DT albiceleste le siguió los pasos en la segunda mitad de 2018 y lo convocó para dos amistosos que se realizaron en noviembre contra México, en los que tuvo participación, aunque escasa: ingresó 3 minutos en el primero disputado en Córdoba. ¿La curiosidad? En uno de los movimientos del contingente nacional fue olvidado en uno de los hoteles tras haber ido al baño.
A los flashes de la selección argentina le prosiguieron las ofertas desde el exterior. La CD velezana tenía claro que no iba poder retenerlo mucho tiempo más y Heinze intentó exprimir sus cualidades a lo largo de todo 2019 en el que, igualmente, el Gringo dijo adiós. A principios de ese año Eduardo Berizzo asumió en Paraguay e inició los preparativos para la Copa América en Brasil, donde el combinado guaraní cayó eliminado en la tanda de penales contra el anfitrión en la instancia de cuartos de final. A esa competición el Toto llevó a varios jugadores con paso por el fútbol argentino (Antony Silva, Tacuara Cardozo, Gustavo Gómez y Miguel Almirón, entre otros) y a algunos argentinos naturalizados paraguayos: el misionero Santiago Arzamendia, que sonó en Boca, y el bonaerense ex River Juan Iturbe.
Berizzo tenía en vista a Alejandro Romero Gamarra, habilidoso enganche surgido en Huracán que tenía la chance de nacionalizarse por su ascendencia guaraní, pero hasta ahí no contaba con Gastón Giménez, quien ya había debutado con Argentina en los amistosos internacionales (así y todo estaba en condiciones de mudarse de selección según la reglamentación de la FIFA). El reciente cambio de reglamento, que indica que todo futbolista que no haya disputado competiciones catalogadas de Nivel A (Mundiales, Copas continentales, etc) tendrá la potestad de vestir la casaca de otro seleccionado, ratificó su elegibilidad para Paraguay.
En marzo de este año, cuando el coronavirus se esparcía por todos los rincones del planeta, salió a la luz la información: Berizzo tenía serias intenciones de que Giménez, de padres paraguayos, se naturalizara para formar parte de su proceso camino a Qatar 2022. En paralelo, Chicago Fire desembolsaba más de 4 millones de dólares para llevárselo a la MLS.
“Ya tengo la nacionalidad, espero que me llamen. Fue una decisión difícil pero rápida. No me gusta estar dando vueltas en medio de nada. Cuando tengo que decidir algo me gusta hacerlo lo más rápido posible y enfocarme en eso. Lo hablé con la familia y lo decidí así. No creía que me iban a llamar de la selección argentina y esta posibilidad me atrajo mucho la verdad”, comentó el futbolista de 28 años a Radio 947.
El sueño de Giménez de jugar un Mundial está más vigente que nunca aunque en el medio variaron los colores de la insignia que defenderá. A su lado tendrá a otros coterráneos que atravesaron su misma situación: Alejandro Romero Gamarra, Santiago Arzamendia y Andrés Cubas. Si se mantienen los calendarios propuestos por Conmebol, en noviembre próximo puede llegar a enfrentarse por primera vez con la camiseta que un día se puso (tercera fecha de las Eliminatorias en la Bombonera): la Argentina.
Cubas, surgido de Boca, con reciente paso por Talleres y buena actualidad en la Ligue 1 de Francia, ya tuvo su bautismo oficial el año pasado con la Albirroja: jugó un amistoso contra Arabia Saudita. Nacido en Misiones, tramitó su nacionalidad por ser hijo de paraguayos. Un caso similar al del ex Huracán –hoy en el New York RB de la MLS– Kaku Romero Gamarra, quien es hijo de ciudadanos paraguayos y realizó los trámites en 2018 (ya suma 5 partidos con la camiseta del combinado de ese país).
En cambio, lo ocurrido con Arzamendia es distinto: desde Misiones, el defensor de 23 años se mudó de adolescente a Paraguay y realizó toda su carrera en Cerro Porteño. En el 2019 fue titular en los cuatro partidos del equipo en la Copa América de Brasil.
La nómina de Berizzo también suma varias caras conocidos para el fútbol argentino con vistas a los primeros dos partidos de Eliminatorias ante Perú y Venezuela, teniendo en cuenta que la mitad de los citados tuvieron al menos un paso por el torneo de este país. Más allá de la presencia del arquero de Huracán Antony Silva, el defensor de River Robert Rojas y los atacantes de San Lorenzo Ángel y Óscar Romero, hay que sumar a Roberto J. Fernández (ex Racing y Estudiantes), Gustavo Gómez (ex Lanús), Junior Alonso (ex Boca), Omar Alderete (ex Gimnasia de La Plata y Huracán), Juan Patiño (ex Racing y Belgrano), Miguel Almirón (ex Lanus), Mathias Villasanti (ex Temperley) y Adam Bareiro (ex San Lorenzo).
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