Julio César Chávez Junior volvió a sufrir un revés encima del cuadrilátero la noche del 25 de septiembre, cuando perdió en una pelea de exhibición en contra Mario Cázares por decisión unánime. Sin embargo, el hijo de la gran leyenda del boxeo mexicano mostró su molestia, debido a la determinación de los jueces y al hecho de que la batalla fue detenida.
“No sé con qué me ganó, no se qué ven”, dijo al finalizar el encontronazo a los medios de comunicación, después de que se bajara del encordado con un evidente enojo, pues no reconoció la decisión de los jueces y tampoco saludó a su rival.
“Un vato que no vino a pelear. Yo le estaba poniendo la cara, diciendo ‘ven a pelear conmigo, pégame’, no lo ataqué ni siquiera”, comentó debajo del cuadrilátero, donde también resumió algunas acciones del combate: “Me pegó uno, dos cabezazos y le dan la decisión. No estoy enojado, porque no me ganó, pero es como que me trajeron para hacerme la maldad”.
Ante esta situación, el Junior descartó una pelea de revancha, pues desde su perspectiva, él iba ganando el combate y la determinación de los jueces (57-56, 59-54 y 57-56) había sido injusta. “¡Revancha de qué!”, se quejó ante los medios. “Si no me hizo nada”, concluyó.
Cabe recordar que esta ocasión marcaba el regreso del ex campeón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al ring después de una ausencia de nueve meses, no obstante, la polémica fue protagonista, pues en el sexto episodio de una pelea pactada a 10 rounds, el réferi determinó detenerla debido a un corte que el Junior sufrió en el ojo.
La última ocasión en que Cávez junior estuvo encima de un cuadrilátero fue el 20 de diciembre de 2019, cuando perdió en contra del estadounidense Daniel Jacobs. En esa ocasión, una lesión en el rostro del mexicano, específicamente en la nariz, también produjo que abandonara la pelea en el sexto round en la Talking Stick Resort Arena de Phoenix, Arizona.
Con esta victoria, Cázares mantuvo su invicto de 13 peleas a lo largo de su carrera profesional, la cual comenzó en 2015, no obstante, una lesión en la espalda produjo que se alejara de los encordados y durante ese tiempo aprovechó para estudiar una carrera universitaria.
Uno de los puntos más relevantes de su trayectoria deportiva es que fue el último peleador mexicano que derrotó a la estrella internacional Saúl “Canelo” Álvarez, en un combate amateur durante un torneo nacional realizado en el estado de Sinaloa, en el 2004.
Durante una entrevista que el Gran Campeón Mexicano le dio a ESPN antes de su combate de beneficencia en contra de Jorge “Travieso” Arce, declaró que él no quería que su hijo sostuviera esa pelea, pues prefería un combate más fácil. “Julio viene de una fractura de nariz y yo no quería un rival tan complicado”, aceptó.
Respecto a la pelea entre Chávez y el Travieso Arce, el resultado fue favorable para la leyenda del boxeo mexicano, quien no dejó de repartir golpes demostrando que su talento para este deporte se mantiene intacto a pesar de la edad y los problemas de adicciones que llegó a sufrir.
“Me quedé con la espina, para la otra no le van a quedar ganas al cabrón”, dijo Chávez al final de la pelea, para después besar el rostro de Arce, con quien comparte una añeja amistad.
Las ganancias de la pelea las usará Chávez para pagar el tratamiento de más de una decena de personas con adicciones en su clínica, mientras que Arce las empleará para construir viviendas de bajo costo para gente que las necesite.
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