Brighton & Hove Albion y Manchester United protagonizaron un partido para el recuerdo en el estadio Amex, en el que fue el inicio de la tercera fecha de la Premier League. Por el resultado cambiante y las situaciones de riesgo en ambos arcos pero fundamentalmente por el insólito desenlace con suspenso hasta incluso después del silbatazo final. Los Diablos Rojos se quedaron con la victoria agónica 3-2 gracias a la intervención del VAR.
El francés Neal Maupay se quitaría el disfraz de héroe para probarse el de villano en la última acción. El delantero de 24 años adelantó al dueño de casa en la primera parte a través de una pena máxima aunque en el cierre de la etapa inicial Lewis Dunk -en contra- igualaría el tanteador.
Ya en el complemento, Marcus Rashford adelantó al United instantes después de que le anularan un tanto a instancias del VAR. Y cuando parecía que el conjunto dirigido por el noruego Ole Gunnar Solskjaer se quedaba con la primera victoria de la temporada apareció Solomon March para empatar en el quinto minuto de descuento.
Hubo unos segundos de sobra en los que los de Manchester apretaron para obtener el triunfo agónico. Se disputaba el minuto 96 cuando Harry Maguire ganó de cabeza en el segundo palo ante la marca de Maupay, el balón se elevó y se iba a colar en el poste más alejado defendido por el arquero Ryan pero March la sacó, de cabeza, de forma providencial. Los locales festejaban el punto y los visitantes se dirigieron hasta la posición del árbitro Chris Kavanagh, quien daba por terminada la acción, para reclamarle una infracción. En ese preciso instante llamaron al juez desde el VAR y le recomendaron repasar la última acción.
Tras ver la repetición, se percató de que la pelota había dado en el brazo de Maupay luego del cabezazo de Maguire y debido a eso dio marcha atrás y señaló el punto fatídico. Con una excelente ejecución al minuto 100 de partido, el portugués Bruno Fernandes le dio la victoria al Manchester United y cortó el mal arranque en la Premier League (venía de perder con el Crystal Palace tras postergarse su debut con Burnley).
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