Unos 800 aficionados del Bayern Múnich devolvieron sus tickets para la Supercopa de Europa, el jueves contra el Sevilla en Budapest, preocupados por el riesgo de contagio del covid-19, por lo que serán 1.300 los hinchas bávaros que viajarán a la capital húngara. Por parte del cuadro español, apenas 500 personas compraron entradas de las 3.000 que había disponibles.
La UEFA pretende que la Supercopa sea una primera prueba para el regreso de público a las competiciones continentales del Viejo Continente, tras la disputa a puerta cerrada de la inédita Final 8 con la que se cerró la Champions del curso pasado en agosto en Lisboa. Vale recordar que en países como Italia, Alemania y Francia, los encuentros se celebran con espectadores en las gradas, aunque nunca con las tribunas colmadas.
La UEFA ha establecido un máximo de 20.000 espectadores en el Puskas Arena, que tiene capacidad para 60.000. Además, dispuso un estricto protocolo que incluye el sometimiento de cada aficionado a un chequeo médico y haber dado negativo en una prueba de PCR antes de volar a Hungría, en caso de dar positivo no podrán viajar y el dinero pagado se les será devuelto. A su vez, no podrán estar más de 72 horas en el país, para evitar así la circulación de los fans.
Antes de ingresar al estadio, se le hará control de temperatura a los hinchas (en caso de tener más de 37.8 grados no podrá entrar), quienes en las gradas estarán separados por 1,5 metros y deberán utilizar tapabocas. Además, se instalarán puestos de lavado de manos y desinfección en varios puntos del recinto.
El lunes el jefe del gobierno regional de Baviera, Markus Soder, mostró su preocupación por el viaje de los seguidores del Bayern Múnich. “Un desplazamiento a una zona de riesgo como la capital húngara no es razonable”, añadiendo que todos los aficionados serán puestos en cuarentena a su regreso. “No podemos arriesgarnos con 2.000 o 3.000 personas que sin duda, es comprensible, se abrazarán. Tendríamos entonces una gran ola de infecciones”, añadió.
“Si bien ha sido importante demostrar que el fútbol puede continuar en tiempos difíciles, sin aficionados, el juego ha perdido algo de su carácter”, había declarado el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, cuando anunció la celebración del partido con público.
“Esperamos utilizar la Supercopa de la UEFA en Budapest como un piloto que comenzará a ver el regreso de los aficionados a nuestros partidos”, agregó antes de confirmar que serán invitados 500 miembros del personal sanitario de Budapest, como agradecimiento por su labor.
La final 2020 de la Supercopa europea será la edición número 45 del trofeo que reúne a los dos ganadores de las máximas competiciones del fútbol de clubes en el Viejo Continente. La última definición la jugaron el Liverpool ante el Chelsea del por entonces entrenador italiano Maurizio Sarri. Después de igualar 2-2 en el tiempo reglamentario, los penales determinaron que los dirigidos por Jürgen Klopp fueran los ganadores del trofeo que se disputó en el Vodafone Park, ubicado en la ciudad de Besiktas, Turquía.
Entre los más triunfadores en la historia de la Supercopa se encuentran el Barcelona FC y el AC Milan, ambos con cinco consagraciones por lado. Son seguidos de cerca por el Real Madrid y el mencionado Liverpool, triunfador de la última edición 2019.
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