El fin de semana pasado el fútbol francés vivió uno de sus clásicos más bochornosos de los últimos años cuando en el duelo entre el París Saint-Germain (PSG) y el Olympique de Marsella hubo cinco expulsados y una batalla en el campo entre futbolistas que recorrió el mundo. Uno de los detonantes del conflicto fue el cruce que protagonizaron Neymar y Álvaro González, luego de que el brasileño acusara al español de llamarlo “mono hijo de puta”, en la primera mitad.
Quien recibió la pena más dura fue Layvin Kurzawa, del PSG, que deberá estar seis partidos fuera de las canchas por haber atacado con golpes de puño a Jordan Amaví, del Olympique de Marsella, quien a su vez recibió tres fechas de sanción por su violenta reacción. Pero esto no es todo porque Neymar y Paredes, que también atacaron con golpes a sus rivales, recibieron dos fechas.
Hasta el momento parecen haber salido sin problemas Álvaro González y Ángel Di María, ambos acusados de realizar acciones antirreglamentarias que ni el árbitro ni el VAR pudieron apreciar durante el encuentro. Pero el caso aún no esta cerrado, por lo que podrían recibir sanciones.
El zaguero español insiste en que él no realizó insultos racistas e incluso su tío salió a defenderlo en diálogo con el canal Deportes 4 al asegurar que “las palabras que le dijo fueron ‘bobo, chúpame...’”.
Es por este cruce que el programa Esporte Espetacular de la televisión brasileña juntó a un grupo de expertos para que analicen las imágenes de la transmisión del encuentro y ayuden a encontrar la verdad. Los integrantes del panel fueron Luis Felipe Ramos, integrante de la Asociación de Sordos de Río de Janeiro; Felipe Oliver y Mikel Vidal, traductores que trabajan para el Instituto Nacional de Educación para Sordos.
Tras observar las imágenes Oliver explicó: “No pudimos, por ejemplo, entender lo que dice antes de pronunciar la palabra ‘mono’. Pero en la palabra ‘mono’ tuvimos consenso en el momento en que se estaba haciendo el trabajo de lectura de labios”.
A González se le abrió un expediente debido a lo cual está bajo investigación por “su comportamiento y posibles insultos racistas” contra Neymar. Vale recordar que en la transmisión francesa no se apreció el supuesto comentario denunciado por el brasileño, aunque sí existe una imagen de BeIn Sport en la que podría llegar a apreciarse y que el PSG reclama que se tenga en cuenta a la hora del análisis de lo sucedido.
Sobre el asunto, el presidente de la Comisión de Disciplina, Sébastien Deneux declaró que “las certidumbres no son suficientes para convocar a los jugadores” y que por eso necesitan más tiempo para expedirse sobre el tema, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias AFP.
Al día siguiente del partido, Neymar publicó en sus redes sociales un duro comunicado en el que anticipaba que aceptaría la sanción, pero pedía a las autoridades que revisen la actuación de los árbitros y del jugador del Marsella, quien negó haber lanzado insultos racistas. “Los prejuicios y la intolerancia son inaceptables. Soy negro, hijo de negro, nieto y bisnieto de negro. Estoy orgulloso y no me veo diferente a nadie. Ayer quería que los responsables del juego (árbitro, asistentes) se posicionaran con imparcialidad y entendieran que no debe existir esa actitud prejuiciosa”, escribió.
Por su parte, el PSG ya disputó dos encuentros por la Ligue 1 desde aquel escándalo en el clásico: se impuso por 1 a 0 el miércoles pasado ante el Metz con un gol en tiempo adicionado de Julien Draxler y goleó 3-0 al Niza con gritos de Mbappé, Di María y Marquinhos.
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