A veces las derrotas son una revelación, como la que tuvo la joven Gala Arangio. Hace unos años, la tenista perdió en un torneo en Mérida, Yucatán, que la ahogó en un mar de llanto como el de la Ciudad Blanca.
Con la sal corriendo por sus mejillas le dijo a sus padres con decisión: “Yo me quiero dedicar a esto, yo quiero ser la número 1 en el mundo del tenis”. Desde entonces, la mexico-argentina se dedica al deporte de las raquetas.
Su destino pudo ser diferente. Su padre, Germán, fue un distinguido futbolista que brilló en el Toros Neza de la Primera División en México y ahora es el técnico de la franquicia en la Liga de Balompié Mexicano (LBM). En cambio, su madre, Sol, es una apasionada por las artes, quien estudió ballet clásico y canto.
Sin embargo, la joven de ahora 15 años decidió dedicarse al deporte blanco. “El fútbol, obviamente por mi papá, me encanta verlo, pero en el tenis siento una conexión, es mi pasión”, dijo decidida y con la voz de una niña todavía en entrevista con Infobae México.
Todo empezó con una raqueta
Durante una mudanza, su mamá le regaló una raqueta a Gala y empezó a jugar en una cancha de padel (parecido al tenis, pero con palas). “La verdad es que fue casualidad. Me encantó tanto que ahora siempre quiero estar en la cancha y la cancha es como mi casa”, contó con entusiasmo.
Su vida cambió en varios aspectos tras su decisión de ser deportista profesional, incluido el ámbito escolar. Aunque en estos tiempos de pandemia son comunes las clases en línea, Arangio entró desde antes en este sistema para compaginar sus estudios con los entrenamientos y viajes a competencias.
Ella estudia en la Enlightium Academy, una escuela cristiana privada de los Estados Unidos. En la página de la academia señala que está acreditada por la organización no gubernamental Cognia y la Asociación de Escuelas Cristianas Internacionales (ACSI, por sus siglas en inglés).
“Yo me sé tres idiomas, español, inglés e italiano y estoy aprendiendo el cuarto que es francés. La verdad es que me encantan los idiomas y me encanta aprender, soy una niña muy estudiosa y el colegio lo tomo muy, muy en serio”, comentó la joven, quien agregó que también quiere estudiar para ser directora de cine.
Luego de su tiempo de estudio, Gala pasa a las canchas bajo el entrenamiento de su madre durante seis horas. Por la emergencia sanitaria de COVID-19, la adolescente continúa su preparación en un hotel de Cancún, donde se juegan torneos juveniles de tenis.
“Nosotras siempre fuimos un equipo muy unido, imparable y coincidimos en muchas cosas. Cuando no, nos desafiamos mutuamente para lograr lo mejor que se pueda. Por eso elegí entrenar con mi mamá”, indicó.
El país afortunado
Gala no tiene equipo preferido de fútbol. No hay Boca ni River. No hay Cruz Azul o América. No obstante, a pesar de sus raíces argentinas, aseguró que apoya a la selección mexicana cuando juega sus partidos.
No obstante, aún no decide a qué país representará cuando crezca su carrera como tenista. La joven tiene tres nacionalidades: es argentina por su familia, mexicana de nacimiento e italiana por sus antepasados, que hasta el momento es la nación afortunada que representa.
“Es una decisión muy difícil. Si tú me escuchas hablar, hablo como mexicana, pero toda mi familia es de Argentina: es como un 50-50. En Italia la verdad que no, porque la siento más de lejos, ya que no viví mucho tiempo ahí y mi familia tampoco. Entonces está entre Argentina y México”, comentó dubitativa.
Arangio empezó representando a la Federación Mexicana de Tenis (FMT) en la categoría Sub-12. Ganó varios torneos estatales en San Luis Potosí y Monterrey y llegó a una final de Máster. Sin embargo, ahora juega para la nación de La Bota por la competencia que hay en este país.
“Mi familia decidió llevarnos a Europa a buscar más competencia en vez de quedarme aquí y poder seguir ganando. Decidimos irnos a Italia y probar mi nivel de competencia. Es una decisión difícil porque a los patrocinadores les importa el ranking. Ahora soy 2.6 de Italia y de a poco se me van abriendo las puertas”, expresó.
Su madre explicó que el apoyo de este deporte en Latinoamérica es complejo. “A las mujeres latinoamericanas no se las apoya y eso es importante, porque si tienes buenos talentos es importantísimo que se las apoye”, lamentó.
Cuando vas construyendo una jugadora, como es el caso de Gala, no es fácil conseguir que la gente te apoye
“El tenis es un deporte totalmente diferente al fútbol. En el fútbol el equipo te contrata y él se hace cargo de los gastos, aquí todo lo cubres tú. Y en épocas complicadas, como es la pandemia, son muchos los gastos”, señaló Sol, quien indicó que el esfuerzo económico al año podría rondar los USD 60,000 para su logística.
El sueño de Gala Arangio
La joven tenista comentó que le gusta tomar “cositas” de cada deportista para hacer su propio juego. Por ejemplo, recrea la ofensiva de la estadounidense Serena Williams, la técnica limpia de suizo Roger Federer y la garra increíble del español Rafael Nadal.
Aun así, Gala toma su propio camino y ya tiene sus primera metas para los próximos seis meses, si la pandemia lo permite. “Espero conseguir puntos profesionales e ir escalando de 15 a 25 mil, 60 mil, los 100 mil”, señaló.
Además, quiere construir su propio estilo de juego, que, anotó, “es lo más complicado”. “Hay que buscar el resultado, pero también hay que jugar lo que entrenas y no perder tu técnica, todo lo que has aprendido. Eso busco, conseguir puntos profesionales, pero a la vez mejorar en mi nivel de juego”, detalló.
Por último, le mandó un mensaje a todas las personas que persiguen un sueño. “Que no se dejen caer, es lo más importante, y que sigan luchando. Que crean en sí mismas para poder lograr su propio sueño, porque para mí es muy importante llegar al corazón de la gente”, concluyó la joven promesa de tres naciones distintas.
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