En la jornada de ayer se llevó a cabo gran parte de la quinta jornada de la llamada Liga de Expansión (segunda división) de México. Atlante le ganó 1-0 como local a Cimarrones de Sonora, que lidera la tabla junto al Celaya con la particularidad de que cada equipo sumará cuatro puntos por triunfo como visitante en sus primeras cinco presentaciones en dicha condición. En este caso en desenlace fue bochornoso en el estadio Azul de la Ciudad de México y la lluvia dio un toque cinematográfico.
Sobre el minuto 90 un entredicho entre miembros de ambos equipos derivó en insultos, prepoteos y finalmente agresiones verbales y físicas. El árbitro quiso calmar los ánimos pero fue demasiado tarde y tuvo que utilizar sus tarjetas. Jonathan Sánchez provocó, José Saavedra corrió a buscarlo y lo golpeó en el rostro mientras compañeros de uno y otro bando trataban de separar y daban forma a la escaramuza.
Al unísono el arquero Gabino Espinoza se la agarró con el delantero de Atlante Vladimir Moragrega, dos entre tantos que no fueron divisados por la terna arbitral. A los pocos segundos la violencia se trasladó hasta la zona de los bancos de suplentes, donde intervinieron los reservas y algunos auxiliares. Volaron manos, barbijos y empujones. Incluso Mario García, entrenador de los Potros, lució desencajado en primer plano ante las cámaras de televisión. Todo fue incluido en el informe arbitral y la federación podría llegar a suspender de oficio.
La historia terminó 1-0 para Atlante (gol de Edson Partida a falta de 10 minutos para el final), que consiguió sus primeros puntos en la competición, y una expulsión por bando: Sánchez en el dueño de casa y Saavedra en la visita (los dos que iniciaron la trifulca) vieron la roja pasados más de 10 minutos del tiempo adicionado.
En la próxima fecha Atlante recibirá a Venados en casa este sábado, mientras que Cimarrones buscará defender la cima del torneo como vistante el martes que viene frente a Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
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