Lionel Messi volvió con todo. En el segundo partido amistoso del Barcelona de cara a su reinserción en la competencia (la Liga de España comenzó el fin de semana pasado, pero los equipos que participaron en la fase final de la Champions y la Europa League se suman a fin de mes), la Pulga brilló en la victoria ante el Girona otra vez en la posición en la que descolló con Pep Guardiola, pero no logró mostrar su mejor versión en la Seleción de Jorge Sampaoli: de “falso 9”. Anotó dos goles, los primeros desde el conflicto con el club por el que estuvo a punto de marcharse y regaló un pase filtrado que derivó en la apertura del marcador. Además, generó más situaciones, provocó faltas... Un combo completo.
El capitán, de 33 años, se movió bien de ariete, más allá de la tendencia a bajar si pasaban muchos minutos y la pelota no le llegaba. En general se mostró lejos de la elaboración de juego, ofreciendo diagonales al vacío. Se asoció más con Philippe Coutinho y el portugués Trincao que con Antoine Griezmann. Le cometieron varias infracciones a partir de sus regates.
Tuvo un tiro libre en la puerta del área que el arquero mandó al córner (hubiese sido un golazo por la factura del remate, por arriba de la barrera. También contó con otra oportunidad a la salida de un tiro de esquina, cuando anticipó en el primer palo con un puntazo, pero le salió al cuerpo del arquero.
Barcelona rompió el 0, justamente, a partir de una genialidad del astro rosarino: puso un excelso pase filtrado hacia el ingreso al área de Trincao, quien tocó al medio y encontró a Coutinho, libre y sin oposición, para anotar la primera conquista. El 2-0, en tanto, fue una obra con el sello 100% de Messi.
En el minuto 45 de juego, la Pulga recibió del brasileño ex Bayern Múnich volcado sobre el sector izquierdo, en la puerta del área. Giró hacia adentro en un solo movimiento y remató de derecha: el balón dio en el palo izquierdo del portero del Girona y entró. En la transmisión del canal Barça TV se escuchó la reacción natural de uno de los espectadores en el estadio vacío. “Golazo”, esbozó.
El entrenador Ronald Koeman también envió al campo de juego a Messi en la segunda parte y el atacante pagó con otro tanto, el 3-0: su intento se desvió en un rival y descolocó al arquero. El neerlandés lo terminó reemplazando a los 15 minutos de la segunda etapa. La misión de confirmar que su magia no se esfumó en el conflicto con el club quedó cumplida.
El sábado, Messi ya había sido titular en el triunfo amistoso de Barcelona ante el Gimnastic de Tarragona (3-1). En dicho encuentro actuó sólo los primeros 45 minutos, más volcado sobre la derecha. Entonces también estuvo muy involucrado en el juego, se cerró cuando lo pidió la acción, pero no le sobraron chances de gol: sólo remató una vez al arco y en forma desviada.
El próximo compromiso del Barcelona será el sábado frente al Elche en el Camp Nou, por la tradicional Copa Joan Gamper. Y hará su presentación en la Liga de España el fin de semana del sábado 26 y domingo 27 de septiembre ante Villarreal y en condición de local, por la tercera fecha del certamen.
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