Hace algunos días se estrenó la miniserie documental Race to Perfection, producida por la cadena Sky que repasa la historia de la Fórmula 1, que -obviamente- no puede ser contada sin nombrar a Michael Schumacher, siete veces campeón y leyenda del automovilismo mundial. En su último episodio, hubo un gran espacio dedicado al alemán quien con Ferrari hizo historia a finales de la década del 90 y principios del 2000.
Uno de los testimonios más importantes fue aportado por Ross Brawn, quien trabajó durante todos esos años junto al germano, a quien no sólo conoció profesionalmente, sino también en la intimidad. Es pro eso que el británico aprovechó el momento para recordar al multicampeón que actualmente sigue recuperándose del accidente que sufrió en diciembre de 2013 cuando esquiaba junto a su familia en Los Alpes franceses.
“Era un personaje bastante incomprendido. No sé si en su propia mente disfrutó bastante del tipo de impresión que creó porque era un personaje bastante intimidante en muchos sentidos. Pero si lo conocían personalmente, era todo lo contrario, muy carismático, muy personal", recordó Brawn.
El ingeniero de 65 años insistió en que solo los que lo compartían mucho tiempo con él pueden dar fe de la clase de persona que es: “Tantas veces le presenté a personas que, antes de conocerlo, pensaban que era un personaje despreciable y horrible y tú los presentas, y una vez que lo conocieron cambiaron por completo. Eso me pasó tantas veces porque estaba Michael, el piloto de carreras, en la pista y Michael, el ser humano, fuera de la pista. No conozco a nadie que haya trabajado con Michael que haya tenido una mala palabra que decir sobre él. Mucha gente que compitió contra él tenía una opinión diferente, pero nadie que yo conozca que haya trabajado con Michael tuvo una mala opinión sobre él debido a su integridad, su compromiso y su lado humano”.
Como la serie se limita a la historia de la Fórmula 1 no hubo lugar para hablar sobre su estado de salud, el cual se mantiene en secreto por orden de su familia. Sin embargo, Brawn se limitó a decir: “Era un miembro muy fuerte de cualquier equipo del que formaba parte y es una tragedia lo que pasó, pero es un ser humano encantador”.
Schumacher se encuentra actualmente en su mansión a orillas del Lago Geneva, en Suiza, que fue reconstruida para mantenerlo con vida, pero su estado es reservado y la información oficial sobre su situación es mínima. En septiembre 2016, el abogado de la familia, Felix Damm reveló que el ex corredor no podía caminar y aquella frase fue una de las primeras que aportó algo nuevo desde su accidente. Mientras tanto, algunos medios alemanes se animaron a publicar algunos datos que luego fueron negados por la esposa del ex piloto y le costó a dichos medios miles de dólares por los juicios que la propia Corinna les inició.
En agosto de 2018, un familiar declaró a la revista Paris Match: “Cuando lo pones en su silla de ruedas frente al hermoso panorama de las montañas que miran al lago, Michael a veces llora”. Luego fue el arzobispo Georg Ganswein, quien detalló a la revista Bunte: “Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher; sólo se ha vuelto un poco más rellena”.
En 2019 hubo un gran cambio con respecto a los anteriores años, luego de varios rumores sobre una mudanza, que fueron desmentidos por la familia, un megaoperativo de seguridad alertó a París de que Schumacher había sido trasladado a un centro clínico de la capital francesa. El alemán de 50 años llegó en una ambulancia sobre las 15.40 hora local al Hospital Georges-Pompidou y entró en una camilla cubierto por una manta azul que tapaba completamente su rostro y su cuerpo, rodeado de una decena de personas que formaban parte del dispositivo de seguridad.
Allí, fue atendido por Philippe Menasché, pionero de la terapia celular para curar la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, el médico no afirmó haber trabajado directamente sobre Schumi y negó que estuvieran realizando un “experimento” como se había dicho en primera instancia: “Yo no hago milagros. Con mi equipo no estamos haciendo ningún ‘experimento’, término abominable que no se corresponde con una visión sería de la medicina”.
Después de aquel episodio que duró una semana y que acabó con el regreso de Schumacher a su mansión, Corinna Betsch rompió el silencio y le brindó una entrevista a la publicación alemana She’s Mercedes Magazine, en la que dio algunas precisiones sobre el estado actual de salud de su marido. “En este momento está en las mejores manos posibles y nosotros estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo. Puede estar seguros de ello”, expresó entonces.
Eso es todo lo que se conoce de manera oficial sobre la salud de Michael Schumacher.
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