El París Saint-Germain (PSG) y el Olympique de Marsella protagonizaron un escandaloso clásico este domingo en la Ligue 1 debido a que varios de sus jugadores se trenzaron a golpes de puño en pleno campo de juego y el árbitro se vio obligado a expulsar a cinco de los participantes de la gresca. Lo que resta saber ahora son las sanciones que recibirán estos futbolistas e incluso si habrá más castigados.
En un partido muy caliente, tras un enfrentamiento en el descuento final, el juez le mostró la tarjeta roja a tres jugadores del PSG (Neymar, Leandro Paredes y Layvin Kurzawa) y a dos del Marsella (Darío Benedetto y Jordan Amavi), todos por diferentes motivos, por lo que las suspensiones deberían varias.
La comisión de disciplina de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) francesa tratará el miércoles las sanciones para estos futbolistas y además podría emitir castigos para Ángel Di María y el español Álvaro González, quienes pese a no haber sido expulsados de la cancha, sí estuvieron involucrados en los conflictos.
Según el baremo disciplinario de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) utilizado como referencia por la Ligue 1, un jugador culpable de un “acto de brutalidad/golpe” puede recibir hasta siete partidos de suspensión si el hecho ocurre fuera de una acción de juego, sin desembocar en una lesión. Estos serían los casos de Neymar, quien golpeó en la cabeza a González y Kurzawa, quien le propinó un puñetazo a Amavi.
A su vez, la comisión de disciplina deberá decidir en una gama de sanciones posibles en función del criterio decidido (comportamiento excesivo o desplazado, intimidatorio o amenazante, empujón voluntario, etc.). Es así que Paredes, Benedetto y Amaví saldrían beneficiados ya que no acertaron ningún golpe violento, sino que sus participaciones en el conflicto fueron mediante agresiones más leves. incluso, los dos argentinos se marcharon del campo de juego por haber recibido la segunda tarjeta amarilla, por lo que difícilmente reciban más de una jornada de suspensión.
El organismo podría tratar también las acusaciones de racismo señaladas por Neymar hacia el defensor Álvaro González. El brasileño acusó al jugador del Marsella de haberlo llamado “mono hijo de puta” y este lunes, a través de un contundente comunicado, pidió a las autoridades que actúen por sus dichos, aunque estos fueron negados por el español.
La comisión puede decidir lanzar una instrucción sobre estos supuestos actos, a partir del informe entregado por el árbitro, apoyándose en las imágenes de televisión. Todo comportamiento racista puede ser objeto de una suspensión máxima de diez partidos.
Por último, Ángel Di María no vio la tarjeta roja, pero fue acusado por González de haberlo escupido en el primer tiempo. Este acto puede desembocar en una sanción de hasta seis partidos, por lo que el argentino podría estar varias semanas sin volver a pisar un campo de juego. Sin embargo, Pascal Garibian, director técnico del arbitraje (DTA), anticipó a la agencia de noticias AFP que ese hecho “ha sido objeto de una búsqueda por la asistencia video y hasta ahora, no ha encontrado imágenes que lo prueben”. De esa manera, el mediocampista rosarino podría salvarse.
La decisión de la comisión se daría a conocer el miércoles por la noche, cuando el PSG se enfrente al Metz en partido atrasado de la primera jornada de la Ligue 1 francesa.
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