Teófilo Gutiérrez es tan conocido por su talento futbolístico como por sus escándalos y extravagancias dentro y fuera de la cancha. En la final de la Superliga de Colombia entre Junior de Barranquilla y América de Cali volvió a hacer de las suyas y dio la nota no solo por haber sufrido una insólita expulsión, sino también por la forma que eligió para celebrar la consagración de su equipo.
La tarjeta roja para Teo llegó en el minuto 94 del partido, cuando Junior ya ganaba por 2-0 en condición de visitante y se aseguraba la consagración. La acción fue realmente sorpresiva: un futbolista se preparaba para hacer un lateral cuando Gutiérrez corrió hacia él, saltó y, en la caída, terminó pisándolo con violencia. El árbitro del encuentro no lo dudó y lo mandó a las duchas de manera prematura. El ex jugador de River y Racing intentó defenderse, pero ya era tarde.
De todos modos, mucho no pareció afectarle la expulsión a Teo, de 35 años. Su equipo concretó el triunfo y, tras haber perdido por 2-1 en el partido de ida, se alzó con el título por segundo año consecutivo. Producto de esta alegría, el jugador compartió una particular foto en sus redes sociales: se mostró en la cama con el trofeo. En la imagen se lo ve tapado con las sábanas hasta la cintura y con el torso desnudo, tal como había posado el polaco Robert Lewandowski hace algunas semanas cuando se consagró con el Bayern Munich en la Champions League.
Después de casi seis meses de suspensión por la pandemia de coronavirus, el fútbol profesional hizo su regreso oficialmente en Colombia. La vuelta fue con la disputa de la Superliga, certamen que puso cara a cara a Junior de Barranquilla y América de Cali por haber sido los campeones de los dos últimos torneos.
En la ida, disputada el martes pasado, el conjunto de Cali se impuso por 2-1 en condición de visitante. Sin embargo, Junior se hizo fuerte en la vuelta y logró quedarse con el trofeo gracias a una victoria por 2-0 con goles de Fredy Hinestroza y Carmelo Valencia. El partido se jugó en el estadio Pascual Guerrero sin público, en medio de las estrictas medidas sanitarias. La seguridad fuera del escenario estuvo a cargo de 1.000 agentes.
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