“No es un acto de vanidad o de soberbia sino de convicción en nuestra forma de jugar, porque es la única que manejamos”, declaró Marcelo Bielsa a instantes de que el Leeds United saltara al campo de juego de Anfield para debutar contra el campeón defensor de la Premier League, Liverpool. A la hora de referirse a las intenciones que tendría el cuadro recién ascendido contra uno de los mejores del mundo, el Loco anticipó que buscarían el triunfo con la misma receta con la que subieron de divisional. Y la acción lo confirmó pese a la derrota.
El Leeds exhibió una gran actuación y a pesar de haber sido superado por la jerarquía del rival de turno estuvo a la altura de las circunstancias en un reducto impenetrable para los adversarios de los Reds. Hace algunos días al entrenador argentino le consultaron por el estilo heavy metal de Jürgen Klopp y optó por no hacer declaraciones al respecto excusándose en su ignorancia en la cultura musical. Luego del 4-3 a favor del alemán, lo reconoció.
“Fue una derrota justa ante un rival al que nos costó mucho neutralizar. En el segundo tiempo nos costó pasar la pelota de defensa a ataque. No creamos peligro. Si bien el esfuerzo nuestro fue muy grande, no alcanzó para jugar un partido equilibrado, sobre todo en el segundo tiempo”, fue su primer análisis, todavía en el terreno de juego.
Claro que también ponderó la dedicación de sus dirigidos: “Por supuesto que valoramos la rebeldía del equipo. También logramos evitar que Liverpool jugara mejor de lo que lo hizo hoy, hicimos muchos esfuerzos para evitar que ellos impusieran sus individualidades. Pero el análisis final muestra un desnivel a favor de Liverpool”.
Bielsa, que por gritar el empate parcial en los pies de Jack Harrison derramó café y bebió un sorbo sentado en la heladerita en la que habitualmente observa los encuentros a un costado del campo, remarcó que lo más positivo para los Blancos fue que “en muchos momentos del partido logramos que el trámite fuera equilibado” y si bien valoró la alta efectividad, algo que siempre le recriminaron desde su arribo a Leeds, insistió en que “nos faltó construcción más constante en el juego ofensivo”.
En la cancha se fundió en un afectuoso saludo con su colega Klopp y con el micrófono delante volvió a dar la nota junto a su nuevo traductor. “Nos hubiera gustado revertir esa tendencia pero no nos alcanzó”, concluyó su argumentación fijándose en el extenso invicto del Liverpool haciendo las veces de local. Y cuando se percató de que su intérprete no elevaba la voz, algo que ya le había marcado en una respuesta anterior, lo retó: “Háblele fuerte, ¿no ve que hace un esfuerzo enorme?”. Un Bielsa auténtico.
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