Victoria Azarenka dejó sin récord a Serena Williams, 23 veces ganadora de un Grand Slam, y avanzó a la final del US Open. La bielorrusa, que se ha coronado en dos ocasiones en majors, se recuperó de un complicado comienzo pero se llevó el triunfo con total autoridad y con parciales 1-6, 6-3 y 6-3.
Fue una espectacular remontada la que logró Azarenka, que llevaba siete años sin jugar una final de Grand Slam. A sus 31 años, la bielorrusa se tomó con esta victoria una revancha de las dos finales perdidas en los US Open de 2012 y 2013 ante Serena Williams, quien no podrá igualar en Flushing Meadows (Nueva York) el récord de 24 títulos de Grand Slam que ostenta Margaret Court.
De esta manera, Victoria Azarenka disputará la definición del Abierto de los Estados Unidos el próximo sábado ante la japonesa Naomi Osaka, quien en el estadio Arthur Ashe, en primer turno, venció a la estadounidense Jennifer Brady por 7-6(1), 3-6 y 6-3. La japonesa de 22 años está a un triunfo de lograr su tercer título de Grand Slam.
Osaka recibió un poco de ayuda de un rebote afortunado en la soga de la red y de una decisión incorrecta del juez de línea. No fue sino hasta entonces que la japonesa logró dominar a la local Jennifer Brady, en una semifinal del Abierto de Estados Unidos repleta de saques veloces y potentes tiros de derecha.
La japonesa tomó al fin una delantera clara a la mitad del último set, con el único quiebre que logró en la jornada —y el único que necesitó— para doblegar por 7-6 (1), 3-6, 6-3 a Brady. Regresó así a la final en Flushing Meadows, dos años después de conseguir el campeonato.
“Esto significa mucho para mí. En cierto modo, considero que Nueva York es mi segunda casa”, dijo Osaka, quien se mudó a Estados Unidos siendo niña. “Me encanta el ambiente, pese a que no hay gente aquí. Creo que esta cancha me va muy bien”.
Les fue bien a las dos tenistas durante buena parte de una semifinal de alta calidad. Se combinaron para 70 winners —35 por cabeza—, por apenas 42 errores no forzados. Hizo falta un golpe de suerte para definir el rumbo del encuentro tras una hora y 45 minutos.
Fue entonces cuando Osaka, quien ganaba por 2-1 en el tercer parcial, recibió su primer break point con un revés que rozó la cinta de la red y cayó del otro lado. Aprovechó su oportunidad con una devolución a 110 mph. El juez de línea marcó que la devolución de revés por parte de Brady se quedó larga. La repetición en la TV mostró que la pelota alcanzó a tocar la línea de fondo. Brady no desafió la decisión.
El Arthur Ashe es uno de los dos recintos del US Open donde hay jueces de línea este año, una medida que buscó reducir el número total de personas en las canchas. En las otras arenas, se recurrió exclusivamente a métodos electrónicos.
(Con información de AFP y AP)
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