Julio César Chávez mostró su lado más íntimo y los problemas que le provocaron su adicción a las drogas y el alcohol. “Toqué fondo cuando intenté suicidarme. Afortunadamente la pistola no disparó y cuando disparó el “balazo” salió para otro lado”, confesó la leyenda del boxeo mexicano.
“Recuerdo que comencé a vomitar sangre. Empecé a perder todo lo que había ganado. Mi esposa me demandó por alcohólico y porque la trataba mal. Me demandó el Gobierno de México. Sentí que se venía el mundo encima, entonces opté por querer quitarme la vida”, relató en diálogo con Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad.
“El César” del boxeo, quien disputó más de cien peleas profesionales durante 25 años, ganó 5 títulos mundiales en tres pesos diferentes es considerado por muchos especialistas como el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos, por encima de leyendas como Rubén Olivares, Juan Manuel Márquez, Salvador Sánchez o Marco Antonio Barrera, lleva once años sin consumir drogas.
“Tuve una trayectoria muy larga. Me retiré muy viejo. Creo quedé a deber algunas cosas, más allá de haber llegado a 90 peleas de manera invicta. Si yo no hubiera caído en esa maldita adicción que fue la drogadicción y alcoholismo, seguramente estarían hablando no solamente con el mejor boxeador de México, sino del mundo entero. Yo hubiera llegado a más de 100 peleas de manera invicta. Cuando yo llevaba 90 peleas invictas y 15 años sin perder, yo sentí que lo había logrado todo. Entonces, perdí el respeto al boxeo y también me perdí el respeto a mí mismo y empecé una vida que ustedes ya conocen y vinieron todas las derrotas juntas”, recordó sobre el calvario que vivió.
Esa historia que todos conocen a las que se refiere Julio César es a la parte más oscura de su vida, que llegó en el mejor momento de su carrera deportiva. “Cuando yo peleé con Macho Camacho sentí que lo había logrado todo. La verdad que era muy grande lo que me estaba pasando. Era muy asediado por la gente, tenía mucho dinero, tenía todo y sentí que lo había logrado todo. Todo ese entorno y éxito me llevó a perderle el sentido a la vida, por tenerlo todo. Eso fue lo que me llevó a consumir drogas, me sentía solo y triste a pesar de estar rodeado de mucha gente. Opté por la decisión más estúpida de todas que es la droga, ahí me refugié y eso me llevó a un fondo que no tenía fin. Lo demás, ustedes ya lo saben”.
La gloria pugilista mexicana hoy atraviesa otra etapa y la cuenta con mucho orgullo. “La pelea más difícil que tuve fue contra las drogas y la gané. Fue una lucha muy difícil, de la cual me costó mucho ganarle y salir. Fue muy doloroso y triste, pero gracias a Dios salí victorioso, porque como te digo nadie creía en mí, nadie daba un peso por mí y todos creían que yo iba a volver a caer. Hace 11 años que estoy limpio y que no consumo nada”.
“Tuve que tocar fondo y no me quedó otra que meterme en una clínica de rehabilitación, donde pude curarme, pude tratar mi adicción y hoy te puedo decir que cumplí 11 años sin consumir drogas. Yo puse clínicas de adicciones, para comprometerme conmigo mismo y no volver a caer y comprometerme con la sociedad, y mostrarle a la gente de que se puede vivir sin drogas y alcohol”, agregó.
Por supuesto, afrontar esa etapa de rehabilitación no fue nada fácil, pero Chávez afirma que valió la pena de lo contrario, se hubiera quitado la vida. “Si me hubiera suicidado no hubiera sido el boxeador que fui, porque la gente me hubiera recordado como un drogadicto. ‘Fue un buen boxeador, pero se mató por drogadicto’. La verdad no le hubiera dejado un legado a mis hijos y a todo México, porque si me suicidaba ¿De qué hubiera servido haber llegado a 90 peleas invicto? De nada. Este triunfo es algo que Dios me dio. Una segunda vida que me permitió vivir Dios. La verdad que ahora la estoy aprovechando para tratar de ayudar a gente que le pasó lo mismo que a mí”.
Y dio detalles de lo duro que fueron esos días en el programa de recuperación para adictos. “¡Uf! Fue algo muy duro. Tuve que estar mucho tiempo encerrado y eso no fue grato para mí. No fue fácil. Me aferré a un programa de recuperación. Lógicamente al principio, yo no quería estar ahí, me negaba. Yo quería seguir drogándome y seguir haciendo eso que tanto me gustaba. En esa clínica entendí y descubrí todos mis defectos en el carácter y personalidad y lo que a mí me hacía consumir drogas. Es por eso, que tengo clínicas de adicciones que me permite ayudar a mucha gente que esta luchando por lo que yo luché y gracias a Dios muchísima gente se pudo recuperar de esta maldita enfermedad”.
OTRAS FRASES DESTACADAS DE JULIO CÉSAR CHÁVEZ:
El día que conoció al verdadero Diego Maradona y la anécdota de La Noche del Diez:
"La verdad que tuve un encuentro con él en Culiacán (ndr: Chávez nació en la tierra de Dorados, equipo de fútbol mexicano que dirigió Maradona). Yo no lo conocía personalmente. Con Diego me pasó algo muy curioso: El me había invitado por teléfono a su programa “La Noche del 10”, pero yo la verdad no acepté y se lo dije personalmente. ‘Sabés Diego, con todo respeto, que antes me caías muy mal, me caías gordo (como decimos aquí en México) por tu forma de ser, pero ahora que te conozco personalmente te pido disculpas, porque eres un gran hombre’. Ahora somos grandes amigos".
“Antes de conocerlo yo tenía una mala impresión de Diego, por eso le había dicho que no cuando me había invitado a su programa de televisión. Le dije que no me interesaba ir a su programa, porque me caía gordo y mal. Después cuando nos conocimos, me besó, nos abrazamos y me acuerdo que se largó a reír y nos hicimos muy buenos amigos. Yo le regalé algunas camisetas, unos de mis guantes y él me dio una de sus camisetas. Le tengo una gran admiración y respeto. Es uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos. Diego dejó un gran recuerdo. La gente lo admira, lo aprecia y valora todo lo que hizo”.
El boxeador argentino al que le hubiera gustado enfrentar y la crítica a Maravilla Martínez:
"No tengo un nombre definido a quien elegiría para boxear. Admiré mucho a Carlos Monzón, más allá que nunca pude verlo pelear a Monzón, por lo poco que pude ver, era un gran boxeador. Después vi pelear a Maravilla Martínez, que peleó con mi hijo Julio, pero respetuosamente no hizo mucho con todo respeto. Mas allá, de esto, Argentina tuvo grandes campeones del mundo.
Sobre la exhibición que tendrá en su país con Jorge Travieso Arce el próximo 25 de septiembre:
"Lo vivo con mucha sencillez y orgullo. Se trata de una causa noble, mientras el cuerpo me dé voy a hacerlo. La verdad es que ya me cuesta mucho correr, entrenarme, prepararme. El tema es que ya son ¡58 años!, y es como el cuerpo que se cansa. De igual manera no deja de ser algo especial. Es una adrenalina difícil de explicar. Fíjate que yo me siento a gusto y contento de entrenar todos los días, porque más allá de no prepararme para exhibiciones, yo nunca dejo de entrenarme. No me cuesta mucho trabajo, pero siento que me aparecen los “achaques” y eso es lo que no me gusta ¡je!".
Si le volviera a tocar boxear, ¿Qué cosas haría igual y cuáles cambiaría?:
Todo igual haría. Creo que Dios me dió otra vida y si me dio otra vida es para ayudar a la gente. No me arrepiento de haber caído en esta adicción, porque gracias a eso, pude y puedo ayudar a mucha gente. Me arrepiento, sí de haberle hecho mucho daño a mi familia. Me arrepiento de no haber llegado a 100 peleas invicto, pero no me arrepiento del resto, porque Dios me dio otra oportunidad para ayudar a otra gente que tuvo y tiene el mismo problema que yo".
En el país existe el Centro de Asistencia al Suicida Buenos Aires. Cualquier persona en crisis puede llamar confidencialmente marcando 135 (línea gratuita) o al (011) 5275-1135 las 24 horas del día. Está también el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554 (cafs_ar@yahoo.com.ar – www.familiardesuicida.com.ar).
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