Luego del triunfo de Inglaterra por 1-0 el sábado ante Islandia en Reikiavik, los jugadores Phil Foden y Mason Greenwood recibieron la visita de dos modelos islandesas en el hotel del equipo, pese a que esto estaba prohibido debido a la burbuja sanitaria a la que se someten los futbolistas cada vez que viajan con sus seleccionados a otro país para afrontar un compromiso de la UEFA Nations League. El lunes se informó que ambos serían desafectados del plantel el caso tomó relevancia en todo Europa, no sólo por la falta de disciplina de los implicados, sino además por la facilidad con la que rompieron la cuarentena sin ningún tipo de control.
Este martes habló por primera vez Lara Clausen, una de las mujeres que entró a la habitación con los ingleses y publicó imágenes en su cuenta de Snapchat. Justamente por la viralización de esas fotos, se destapó el escándalo que provocó la expulsión de los futbolistas.
La joven de 19 años, contó al medio de noticias islandés DV: “Honestamente, con toda mi conciencia, no me di cuenta de lo famosos que eran estos chicos. No veo fútbol y nunca lo he hecho. No me di cuenta de lo que estaba poniendo en Internet. Tuve que aprender por las malas que no todo debe ser compartido en línea, hay que tener cuidado con lo que publicas en Internet. Puse esto en una historia privada en mi Snapchat y pensé que nunca iría más lejos, no me di cuenta de quiénes eran estos tipos y qué tan grande sería el escándalo”.
Lara fue al hotel de la selección británica con su prima Nadia Sif Lindal Gunnarsdottir, de 20 años, quien fue Miss Islandia 2019 y asumió la responsabilidad de sus actos, pero insistió en que no tomó dimensiones de lo que podría ocurrir: “No nos preguntamos si estaban en cuarentena. Si lo hubiéramos sabido mejor, nunca hubiéramos ido. Muchos me han enviado que él (Foden) tiene novia y un hijo, pero yo no lo sabía. No busqué en Google a la persona antes de ir a conocerlo. Lo siento por todos los que lo rodean. Familia, novia, compañeros de equipo y él también”.
El lunes había sido Nadia la que se había disculpado en diálogo con el portal británico Daily Mail: “Lo siento mucho por ellos y nunca quise ponerlos en esa posición. Pero no sabíamos nada, y no sabíamos que estaban en cuarentena, o de lo contrario no habríamos ido a encontrarlos. Ni siquiera sabíamos quién era Phil. Le pregunté a Phil quién era. No me gusta mucho el fútbol. No veo fútbol en absoluto. Ni siquiera sabíamos que Mason jugaba para el Man United”.
Según las reglas establecidas por las autoridades británicas e islandesas, la delegación inglesa no podía abandonar el hotel ni encontrarse con personas que no pertenecieran al grupo, con la excepción del partido.
Los dos futbolistas ingleses tuvieron que pagar una multa de 250.000 coronas islandesas (cerca de 1.500 euros/ 1.770 dólares), hizo saber este lunes por la noche a la AFP la policía islandesa, encargada del caso. Ambos también fueron reprendidos por sus clubes. “El Manchester United está en contacto con la FA (Federación Inglesa) y está decepcionado con el comportamiento de Mason Greenwood”, señalaron los Red Devils sobre un jugador que llegó a su academia a los seis años.
El City también fue duro con Foden, que llegó a los ocho años a la casa de los Sky Blues. “Es evidente que el comportamiento de Phil es totalmente inadecuado. Su actitud es contraria no solo a las directrices estrictas en relación con la COVID-19, está en las antípodas de lo que se espera de un jugador del City o del equipo de Inglaterra”, señaló su club.
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