El 28 de noviembre el mundo será testigo del regreso de Mike Tyson al cuadrilátero. Ese día el ex campeón mundial de los pesados se enfrentará a Roy Jones Jr. en un evento en el que además habrá otras peleas de ex boxeadores y del que participarán estrellas del deporte que marcaron los finales de la década del 80 y los 90, como el ex basquetbolista Dennis Rodman.
Hace varios meses que Iron Mike viene ejercitándose para llegar de la mejor manera a la velada y en varias oportunidades ha compartido en las redes sociales videos sobre sus entrenamientos. A través de ellos, los fans pudieron apreciar que aún mantiene el poder de sus golpes y además que quedó claro que físicamente está mejor que hace una década, cuando llegó a pesar más de 130 kilos.
Sin embargo, al igual que la mayoría de los usuarios, Tyson no muestra en sus posteos la parte negativa de su vida y esta semana reveló que su puesta a punto tuvo duras consecuencias. “Ponerse en forma y estar en condiciones son dos aspectos diferentes. Ni siquiera corresponden a la misma manera de hacer ejercicio. Ponerse en forma es poder adaptar tu cuerpo a la ropa. Pero estar en condiciones es poder salir de tu alma. Eso no puedes hacerlo automáticamente. El estado emocional para prepararte es alucinante”.
El ex púgil de 54 años dejó en claro en su participación en el podcast de Joe Rogan que su objetivo es poder dar un gran show, por lo que para eso necesita estar física y mentalmente apto para subirse a un ring. Algo que le ha costado más que adelgazar. Entonces, al ser consultado sobre el primer video de sus prácticas, fue sincero: “Déjenme contarles algo sobre eso. Hice ese video y estuve en la cama durante una semana. Fueron 30 segundos y estuve una semana en la cama. No fue gracioso porque me hizo darme cuenta de que éstas son las ligas mayores”.
Pese a las recomendaciones de varios especialistas, Tyson se medirá ante Roy Jones Jr., de 51 años, en un duelo a ocho asaltos en el que utilizarán guantes con más onzas que las de un profesional, para reducir el impacto de los golpes.
Triller será la plataforma que ofrecerá este combate de exhibición por Internet y fue la que anunció que dado el enorme interés que ha despertado este evento que se celebrará en Los Ángeles, agregará más peleas, que se podrá seguir también por PPV. Por eso se sumaron las del sueco Badou Jack, ex campeón mundial en dos categorías, ante al estadounidense Blake McKernan y la del británico Viddal Riley contra el estadounidense Rashad Coulter. Otro duelo ya anunciado es el del ex jugador de la NBA Nate Robinson y la estrella de Youtube Jake Paul.
El enfrentamiento a ocho rounds entre Tyson y Jones Jr. tendrá lugar en el Dignity Health Sports Arena de Los Ángeles, con la aprobación de la comisión atlética del estado de California. Iron Mike, quien lleva 15 años apartado del ring, se retiró definitivamente tras una derrota contra el irlandés Kevin McBride, cerrando así una carrera con un balance de 50 victorias y 6 derrotas con 44 nocauts, mientras que su rival, que fue campeón mundial en cuatro categorías entre 1993 y 2004 y luchó por última vez en febrero de 2018, cuenta con un registro de 66-9 con 47 nocauts.
En diálogo con TMZ a principios de agosto, el ex rey de los pesados declaró: “Esto es buscar y destruir y estoy ansioso por recuperar mi gloria”. Y agregó: “Si se presenta la oportunidad lo noquearé, siempre la estoy buscando”.
Por su parte, Jones Junior explicó en una entrevista con ESPN: “Sé cómo divertirme arriba de un ring, tratando de hacer lo que mejor pueda, pero al mismo tiempo conozco a Mike. Mike es como un pitbull cachorro, que se pierde en su mente y que lo único que conoce es ‘Voy a por la pelea’, eso es lo único que él conoce, ir a por la pelea”. Ganador de numerosos títulos mundiales en diferentes categorías –medio, supermediano, semipesado y pesado–, sabe que no puede subestimar el desafío. Y tiene un plan. “Si no mata rápido, tiene un problemas entre sus manos. ¡Si no lo hace rápido, su trasero me pertenece!”, apuntó en un video que difundió TMZ.
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