Los vehículos rojos tuvieron una actuación para el olvido el último fin de semana. Otra más. Sebastian Vettel y Charles Leclerc cruzaron la meta bien lejos de la punta y también de los puestos que otorgan puntos. El presente destructivo se profundizó y el horizonte aparece cada vez más nublado para Ferrari. Así lo reconoció el propio Mattia Binotto, líder de la escudería.
“¿Cuánto tiempo tardará? Creo que si miras hacia atrás a todos los ciclos ganadores que se han establecido, siempre son muchos años. No hay soluciones mágicas en la Fórmula 1. Se requiere paciencia y estabilidad”, advirtió el ingeniero italiano en declaraciones que replicó el portal especializado Race. El hombre que tomó el mando principal en el 2019, perdió poder durante las últimas semanas en la reestructuración que llevó a cabo la entidad de Maranello, aunque sigue siendo la cara visible del team.
“¿Quién es responsable? Todo el equipo es responsable. Primero, yo como director del equipo. Si soy el hombre adecuado o no, no me corresponde a mí responder”, respondió haciendo frente, inclusive, a los rumores que se dispararon hace semanas que podría ser removido en su cargo.
El monegasco Leclerc terminó 14° el fin de semana en Bélgica, justo detrás de su compañero el alemán Vettel. Ninguno sumó puntos. Con siete carreras consumadas, Ferrari marcha quinto en el campeonato de constructores, inclusive detrás del sancionado Racing Point. En el torneo de pilotos, el joven Leclerc está quinto (45 puntos) detrás de Alexander Albon (48), Valterri Bottas (107), Max Verstappen (110) y Lewis Hamilton (157).
Binotto evitó catalogar al momento como una “crisis” para escaparle a las denominaciones terminantes: “No creo que sea correcto hablar de una crisis. Ciertamente es un mal resultado que forma parte de una temporada muy difícil. No hay duda que estamos en medio de la tormenta. Conocemos nuestra ruta y debemos tratar de mantenerla mirando hacia adelante, aunque hoy estemos decepcionados”, analizó en diálogo con el medio italiano La Gazzetta dello Sport.
“A los aficionados les digo que somos los primeros en arrepentirnos. Hemos perdido potencia como todos los fabricantes de motores y al perder la que cubría un poco los límites del coche, ahora están saliendo los problemas. Todos asumimos la responsabilidad, yo primero. El equipo está unido, no hay crisis ni tensión, hay que transformar todo esto en determinación”, propuso.
El equipo más ganador en la historia de la Fórmula 1 peleó en el Circuito de Spa-Francorchamps por no finalizar como el más lento del séptimo Gran Premio del 2020. “Sabemos que tenemos que apretar los dientes y construir para el futuro”, aseguró. Y agregó en declaraciones que replicó el portal Car and Driver anunció: “Nuestro plan principal se centra en los próximos años. 2021, pero ciertamente más en 2022. Para hacerlo bien la próxima temporada hay que comprender bien las debilidades de hoy y asegurar que lo podemos corregir”.
Ferrari no gana un campeonato de constructores desde el 2008 y celebró un título de pilotos por última vez en el 2007 de la mano del finlandés Kimi Räikkönen. El 2019 lo había cerrado con ciertas expectativas gracias al cuarto lugar de Leclerc en la grilla de pilotos y afianzado en la segunda colocación del certamen de constructores por detrás del hegemónico Mercedes. Sin embargo, el 2020 se transformó en una trampa mortal cuando todavía restan diez presentaciones (tres de ellas de local en Italia).
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