Este lunes 31 de agosto se cumplirá un año de la muerte que enlutó al mundo del automovilsimo y sembró preocupación dentro de la FIA, así como también en de su principal referente, Lewis Hamilton, quien vio el trágico accidente al mismo tiempo que daba una entrevista en el Paddock del Circuito de Spa-Francorchamps de Bélgica.
Aquella tarde de sábado, el joven piloto francés de 22 años Anthoine Hubert perdía la vida tras protagonizar un terrible choque en cadena en una de las curvas más peligrosas del país. Un incidente en el que también se vio involucrado el estadounidense-ecuatoriano Juan Manuel Correa, quien se encuentra en un arduo proceso de rehabilitación tras padecer múltiples fracturas y quedar al borde de la muerte.
Ayer, la Fórmula 2 volvió a pisar la pista en la séptima jornada del campeonato y seguramente Giuliano Alesi lo vivió de una forma distinta al resto, tras ser el único de los cuatro pilotos que formaron parte de aquel episodio que volvió a pasar por aquella doble curva de Eau Rouge y Raidillon.
Todo sucedió en 14.6 segundos, pero el recuerdo quedará para siempre en la memoria de todos. Incluso en la de Lewis Hamilton, máximo referente de la Fórmula 1, quien ese día presenció en vivo lo que sucedió en el GP de Bélgica de la Fórmula 2 mientras brindaba una entrevista en lo que era la previa de la carrera que iba a disputar al día siguiente.
Con la sonrisa que lo caracteriza, el británico respondía gentilmente a las preguntas de la prensa. Sin embargo, en un momento su rostro empezó a mutar, revelando evidentes gestos de preocupación mientras le quitaba la mirada a los reporteros para centrarla en una pantalla.
“¡Ay, ay, ay... Uh!”, fueron las primeras reacciones del múltiple campeón mundial, sembrando una incógnita al televidente que estaba escuchando sus declaraciones. El silencio se apoderó de la escena, Hamilton salía del plano de la lente de la cámara y posteriormente decía: “Es terrible. Pobres chicos, espero que estén bien. Es tremendo”, antes de retirarse dando por terminada la entrevista.
“La Federación Internacional de Automóviles (FIA) lamenta informar que un incidente grave que involucró a los autos # 12, # 19 y # 20 ocurrió a las 17:07 el 31/08/19 como parte de la Carrera de Fórmula 2 de la FIA en Spa -Francorchamps, ronda 17 de la temporada. Como resultado del incidente, la FIA lamenta informar que el conductor del auto # 19, Anthoine Hubert (FRA), sucumbió a sus heridas y falleció a las 18:35”, fue el comunicado que lanzó el ente que regula la competencia horas después.
La noticia generó conmoción en el mundo y Lewis Hamilton fue uno de los primeros en emitir una cruda reflexión a través de su cuenta de Instagram: “Si alguno de ustedes, que mira y se divierte con este deporte, piensa por un segundo que lo que hacemos es seguro, están cometiendo un grave error. Todos estos pilotos ponen su vida al límite cuando se lanzan a la pista y el público tiene que apreciarlo de una forma seria. No se valora lo suficiente. Ni los fans, ni algunas de las personas que se dedican a este deporte lo hacen”.
“Anthoine (Hubert) es un héroe. Por tomar el riesgo para perseguir su sueño. Estoy muy triste con lo que ha pasado. Recordémoslo. Descansa en paz”, sentenció.
Sin embargo, tres meses después de la pérdida del piloto francés la herida continuaba sangrado y fue en noviembre, tras conseguir su sexto título dentro de la Fórmula 1, que el británico se planteó si realmente debía continuar ligado a este deporte.
“Estoy luchando contra demonios”, revelaba el conductor de Mercedes.
“Todos y cada uno de nosotros estamos luchando contra algo en la vida. Yo estoy luchando con muchas cosas diferentes. Cada año pasas por una montaña rusa diferente de emociones. Trato de mostrarle a la gente que, desde afuera, las cosas siempre se ven geniales, pero no siempre es así. Hay mucha vida después de la Fórmula 1, y quiero pasar tiempo con mi familia. Todavía quiero tener una familia algún día”, consideraba.
“Perdimos a un niño en Spa. Cuando sucede algo así, se pueden poner muchas dudas en tu mente y tienes que deshacerte de eso. Uno piensa: ‘Dios, ¿es hora de parar o debo seguir?’”, se preguntaba. Finalmente, tomó la decisión de seguir como un homenaje al trabajo de Hubert.
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