30 de agosto del 2020. Un día que podría ser histórico. La fecha que se inmortalizará en el calendario como el comienzo del fin. Luego del burofax que Lionel Messi le envió el Barcelona el pasado martes para anunciar su decisión de hacer uso de la cláusula de salida que establece su vínculo, el plantel se presentó por primera vez en la Ciudad Deportiva Joan Gamper para realizarse los correspondientes tests PCR con la idea de comenzar con los entrenamientos de la era Koeman mañana lunes.
Leo había avisado a la directiva: no estuvo presente. Claro que todo puede cambiar de un segundo a otro, pero los abogados del jugador le enviaron la comunicación a los popes del Blaugrana, quienes consideran que el futbolista de 30 años tiene contrato vigente por lo que debe cumplir con las tareas impuestas por la entidad, según aseguró el diario Sport.
Batalla legal a un costado, podría ser una jornada verdaderamente rupturista. El niño de 13 años que llegó en septiembre del 2000 al club para deslumbrar a todos, que se convirtió en una estatua viviente producto de sus títulos y rércords, que revitalizó a la entidad catalana, tomó la decisión de irse 20 años después. Y la dirigencia está dispuesta a ponerle palos en las ruedas en ese camino de salida.
El secreto a voces se terminó confirmando. Los medios catalanes afirmaron que Lionel Messi no se presentó este domingo a las pruebas obligatorias de PCR que pasaron todos los jugadores del primer equipo antes de arrancar los entrenamientos de cara al inicio de la era “Koeman”.
Con esta decisión de no acudir a la Ciutat Esportiva Joan Gamper, La Pulga mostró sus fichas en este juego de presiones entre el mejor jugador que tuvo la institución culé y la dirigencia, encabezada por un presidente que será recordado por el resto de la historia.
El argentino y sus abogados consideran que ya se ha hecho efectiva la cláusula liberatoria que tenía al final de cada temporada desde que renovó en 2017 y que, por lo tanto, ya no se debe al FC Barcelona.
Caso contrario fue el accionar de Luis Suárez, que pese a que sería uno de los prescindibles del nuevo técnico, llegó sólo y a bordo de su camioneta cerca de las 10 AM (hora local) para realizarse las pruebas correspondientes y ponerse a las órdenes del holandés. De momento, también han pasado por las instalaciones de la Ciutat Esportiva Joan Gamper jugadores como Arturo Vidal (otro de los descartados por Koeman), Gerard Piqué, Jordi Alba, Ousmane Dembélé, Ter Stegen y Clement Lenglet.
Que el capitán del club no haya pasado por el complejo deportivo azulgrana este domingo no es un tema menor, ya que significaría que mañana lunes no podrá estar en lo que sería el primer entrenamiento de la pretemporada. Una decisión que, según indicaron desde España, podría terminar con graves sanciones disciplinarias
En medio de un clima incendiario puertas adentro, los jóvenes Ansu Fati y Carles Aleñá tomaron la decisión de empezar a entrenar anticipadamente junto con el experimentado Sergio Busquets, a quien en un comienzo se lo puso en la ya famosa lista negra de Ronald Koeman. El miércoles 26 de agosto el club informó que los tres se habían presentado, esa una fecha clave hasta hoy: fue el único día que hubo una voz oficial sobre el caso Messi de cualquiera de las dos partes. “No contemplamos ningún tipo de salida de Leo a nivel contractual. Nosotros queremos que Leo se quede”, dijo Ramón Planes, el secretario deportivo que asumió días atrás en lugar de Érica Abidal. Luego el silencio dominó la escena por parte de ambos bandos.
El tablero de operaciones estará montado este domingo en la Ciudad Deportiva y allí se verán los próximos movimientos tanto del lado de Messi como del Barcelona. Desde el club le dijeron en las últimas horas al diario catalán Mundo Deportivo que no tienen constancia de que no vaya a presentarse. Leo, en cambio, faltaría porque da por terminado su contrato. Al fin y al cabo, un juego de ajedrez que cruza sus fichas entre millones y sentimientos. Las decisiones de este domingo darán indicios del plan que seguirán.
¿Cuáles son las posturas? Messi considera que tiene derecho a hacer uso de la cláusula de libertad que tiene en el vínculo que finaliza en junio del 2021. Si bien la fecha pautada expiró, desde el lado del jugador entienden que el tope era el cierre de la temporada, algo que se movió a raíz de la pandemia y por eso quedó obsoleto el número marcado en el calendario cuando firmó aquel papel en el 2017. Sin embargo, la entidad se apoya en defender lo firmado tal cual, aunque los abogados deportivos aseguran que en caso de litigio la FIFA apoyará al futbolista de 33 años. Extraoficialmente –como todo lo que hicieron las partes durante estos días–, desde el lado del rosarino aseguran que su intención es arreglar un precio que le permita al Barça tener un ingreso por su salida (se especula con unos 200 millones de euros), pero la respuesta en off del otro lado es que sólo podrá irse por la cláusula de rescisión fijada en 700 millones de euros.
El diario Sport asegura que Leo se someterá a una “sanción grave” sólo si falta tres días seguidos según el código interno de la entidad y el disciplinario que surgió del convenio entre la Liga y el AFE (Asociación de Futbolistas Españoles). El faltazo del domingo será para considerarlo como una “sanción leve”, aunque incluso podría apoyarse en el burofax que envió el pasado martes. Luego de tres días “será falta grave” la tercera y sucesivas ausencias al trabajo sin causa justificada. El reglamento prevé la suspensión del empleo y del sueldo de once a treinta días.
Mientras todos los ojos miran hacia el lado de Messi, el holandés Koeman comenzará su recorrido en un banco de suplentes que arde. La conversación con el capitán argentino donde se generaron más dudas que certezas y la despedida al uruguayo Luis Suárez por teléfono marcan un inicio de su mandato demasiado convulsionado. El DT tiene la obligación de hacer recircular un aire viciado por las derrotas y los conflictos internos. Por lo pronto, cuenta con tres incorporaciones: los juveniles Pedri y Francisco Trincao, además del serbio Miralem Pjanic.
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