“Amplia reestructuración”: esa fue la primera frase que emitió el Barcelona para anunciar las profundas modificaciones que llevará a cabo a raíz de la histórica eliminación en Champions League luego de caer 8-2. Cambio de entrenador, de secretario técnico y anuncio de elecciones fueron los pasos iniciales, casi instintivos. Falta el trabajo fino: la depuración del plantel y la reconstrucción futbolística.
“Queremos construir el proyecto con los jóvenes y Messi”, avisó el flamante secretario técnico Ramón Planes en declaraciones que replicó el portal español Marca. El dirigente asumió el puesto que dejó vacante en las últimas horas Éric Abidal, el ex futbolista que estaba en el ojo del huracán tanto por sus decisiones como por un viejo cortocircuito con el capitán argentino.
Una frase escueta de Planes que deja ver el plano sobre el que trabajarán en el club si se suman las piezas del rompecabezas. Entre esos “intransferibles” de Josep Bartomeu y los que “hay que cambiar” según las palabras de Ronald Koeman cuando estaba al mando de la selección holandesa y todavía no se imaginaba que iba a tener que encabezar un ciclo de reciclaje profundo en el Blaugrana.
El primer paso, elemental, es el de seducir al propio Messi con este proyecto que debe encabezar para guiar a los jóvenes. El capitán, de 33 años, interrumpió sus vacaciones para verse cara a cara con Koeman en la ciudad. Una reunión clave para saber si este lema que lanzó Planes tiene sustentabilidad o si Leo finalmente dará el portazo al Blaugrana, obligando a reformular todo. “Es normal que hablen, es el capitán del equipo y el mejor del mundo y de la historia. Son encuentros privados”, avisó el secretario técnico sobre esa cumbre secreta.
Si logran confirmar el eje central del proyecto, la línea debe empezar a mirarse desde el lado de los refuerzos que ya estaban confirmados antes de la catástrofe de Lisboa: el atacante portugués Francisco Trincao de 20 años y el centrocampista de 17 años Pedro González López (Pedri), que firmó su contrato en las últimas horas. “Quiero aprender del mejor, que está aquí y espero que se quede...”, soñó Pedri en la conferencia de prensa de su presentación al referirse a Messi.
El siguiente paso podría enfocarse sobre los considerados intransferibles por el presidente del club en la nota que brindó de urgencia luego del cimbronazo ante Bayern Múnich: Marc-André ter Stegen (28 años), Clément Lenglet (25), Nélson Semedo (26), Frenkie de Jong (23), Ousmane Dembélé (23), Antoine Griezmann (29) y Ansu Fati (17).
Si bien Bartomeu no los mencionó, hay otros jugadores jóvenes que bien podría sumar más minutos en esta nueva gestión tales como Riqui Puig (21 años) o Ronald Araujo (21). “Tenemos claro que queremos construir un equipo de gente joven. Hablar de nombres propios ahora no es correcto. La entidad debe construir un proyecto ganar y en eso estamos”, indicó el secretario técnico.
Entre este océano de jóvenes, y mientras el DT afina el lápiz para concretar los cuatro refuerzos que pretendería, hay que sumar un nombre más al panorama: el bosnio Miralem Pjanic de 30 años, que llegó como parte de pago del pase del brasileño Arthur al Barcelona en una transferencia que se cerró mucho antes de la salida de Quique Setién del puesto de entrenador. ¿Será del agrado del nuevo técnico?
Que este proceso que anunció Planes pueda llevarse a cabo sin mayores turbulencias también dependerá de cómo desactiven las autoridades del fútbol la bomba que será programar todas las salidas pensadas internamente. El encargado de manejar el área reconoció que será un tema sensible de tratar: “Debemos intentar trabajar de forma interna y privada. Hay que intentar tener mucho respeto para jugadores que han dado mucho al Barcelona. En los próximos días se verán estas decisiones. Hay que tratar a estos futbolistas como se merecen”.
La lista brota a la superficie por lógica. “Suárez tiene más de 30 años; Messi tiene más de 30 años; Busquet tiene más de 30 años; Piqué tiene más de 30 años… Todos ellos podrán continuar un tiempo más, pero ¿después qué? Algún día pasará y hay que cambiar”, había dicho Koeman cuando era entrenador de la selección holandesa. Su llegada al cargo del Blaugrana hace encajar otra pieza: salvo Messi, todos los referentes podrían pasar por la puerta de salida. Jordi Alba, si bien no fue mencionado en esa vieja entrevista, tiene 31 años y también encaja en el perfil de futbolista que podría irse para reciclar el viciado aire que se respira en el Camp Nou.
El proyecto “Messi y los jóvenes” ya está en marcha.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: