En medio de un presente tumultuoso tras el oprobioso 2-8 ante Bayern de Múnich por la Champions League, con cambio de entrenador incluido (asumió el neerlandés Ronald Koeman en lugar del despedido Quique Setién), una noticia provocó sorpresa en el microclima del Barcelona. Ansu Fati, la máxima promesa de la Masía, señalado por muchos en Cataluña como el “sucesor” de Lionel Messi, tomó una controvertida decisión que precisamente lo hace tomar distancia del capitán.
Hace poco menos de un año se anunciaba que el delantero, de 17 años, firmaba contrato de representación con Rodrigo Messi, el hermano más grande de la Pulga. El agente había sido el encargado de asesorar a la familia Fati en el contrato que se firmó a finales de julio con el FC Barcelona hasta 2022. Sin embargo, el joven atacante nacido en Guinea Bissau decidió romper el vínculo para cambiar de apoderado: de ahora en más será representado por Jorge Mendes, quien maneja la carrera de Cristiano Ronaldo.
Según informó Mundo deportivo, Fati firmó con Gestifute, la empresa de representación que conduce el portugués y que también tiene en su grupo de clientes, entre otros, a Bernardo Silva, a Ángel Di María y a Joao Cancelo, entre otros. De la plantilla del Barcelona, hasta el momento, solo contaba con el lateral Nelson Semedo, muy criticado por su floja actuación ante el Múnich, aunque el presidente culé, Josep María Bartomeu, lo colocó en la lista de “intransferibles”.
No hubo hasta el momento comunicado oficial argumentando la ruptura: en su corta carrera, Ansu ya cambió tres veces de representante: comenzó con Junior Minguella, estuvo bajo la tutela de su padre, Bori Fati, trabajó con Rodrigo Messi, y ahora pasó al staff de Jorge Mendes.
El juvenil resultó apadrinado por Messi desde su irrupción en la élite. Incluso lo elogió en su cuenta de Instagram el año pasado, cuando sus regates y goles (se convirtió en el tercer anotador más joven en la historia de la Liga, cuando salió del banco para anotar contra Osasuna) sorprendían a todo Europa. “Muy feliz por ver a los chicos de la casa cumpliendo sus sueños de llegar al primer equipo”, escribió entonces, junto con una foto suya abrazado al pequeño delantero.
Fati también integra la nómina de “innegociables” que difundió Bartomeu. En las últimas semanas, incluso, recibió sondeos por parte del Manchester United para llevárselo, pero Barcelona no dio espacio al dialogo. La cláusula de rescisión del punta asciende a 170 millones de euros.
Por lo pronto, si Messi decide continuar vestido de blaugrana (su contrato termina en junio de 2021 y las conversaciones detrás de la renovación se hallan estancadas), seguirá teniendo como compañero y potencial heredero a Fati, aunque no ya como protegido de la familia.
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