El PSG le ganó 3-0 al RB Leipzig y llegó por primera vez en la historia a la final de la Champions League, de la mano de un plantel plagado de figuras, como Neymar, Mbappé y... Ángel Di María. El argentino, de 32 años, fue elegido el mejor jugador del partido merced a dos asistencias y un gol, además de interesantes combinaciones con el brasileño, su dinámica por la banda derecha y el entendimiento del juego.
El ex Rosario Central, que supo ganar la Orejona con el Real Madrid, se había perdido el duelo de cuartos de final ante Atalanta por hallarse suspendido, pero regresó a la semifinal para transformarse en una pieza clave, a la espera del rival para la gran definición del domingo ante Bayern Múnich o el Olympique de Lyon. “Estaba muy triste por no jugar (en cuartos) y mis compañeros me dijeron que iban a dar la vida por jugar las semifinales y lo hicieron”, agradeció.
Y el brasileño, de gran relación con Fideo, también tuvo un gesto de gratitud luego del enorme rendimiento mostrado por el mediocampista zurdo. Subió una historia en su cuenta de Instagram en la que lo bautizó con un nuevo apodo. “Di Magia”, escribió, junto a una foto de ambos en el vestuario vencedor, con la lengua afuera.
“Queríamos estar en la historia del club, llegué a París para estar a la final. Fuimos nosotros, jugamos al 100%, sabíamos que si salíamos con todas las energías podíamos lograrlo, desde el primer minuto salimos a comernos a ellos”, dijo Di María tras el encuentro.
“Va a ser difícil dormir desde hoy hasta la final, lo importante es trabajar el partido, la liga alemana y la francesa demostraron que están a la altura de las otras ligas y tenemos que seguir de la misma manera, tenemos que trabajar el partido”, añadió.
El tres veces mundialista con la selección argentina destacó “el grupo que se formó” por delante de las individualidades con las que cuenta el plantel. En efecto, en los últimos tiempos, los futbolistas del PSG se mostraron en las redes sociales en reuniones de camaradería o paseos en yate, buscando la unión para encarar el gran objetivo, que se le vino negando a pesar de la exhuberancia de los millones invertidos.
Y la relación entre Di María y Neymar es una de las que floreció en París, dentro y fuera del campo de juego. La influencia argentina en el brasileño llega hasta a la música: en el festejo en camerinos, por caso, apeló a la cumbia del Dipy como banda de sonido del gran hito del conjunto.
El rosarino tendrá la posibilidad de sumar el título número 27 de su carrera profesional. Pero además se acreditará la chance de sumar dos coronas más (Supercopa de Europa ante el campeón de la Europa League y Mundial de Clubes), que potencialmente lo convertirían en el segundo futbolista argentino con más estrellas de la historia detrás de Lionel Messi y superando por uno a Carlos Tevez (Boca) y Lucho González (Atlético Paranaense), que ostentan 28 cada uno.
Y el domingo 23 Fideo buscará bordarse otra estrella para hacerle honor al nuevo apodo que su compañero-amigo le dedicó.
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