La Federación de Tenis de Estados Unidos (USTA, por sus siglas en inglés) anticipó en un documento a los jugadores que tienen previsto competir en el Abierto de Estados Unidos, que elude cualquier responsabilidad sobre posibles contagios e incluso muertes por coronavirus, mientras que tanto la ATP como la WTA han negociado un seguro para los participantes.
Este escrito de dos páginas ha sido filtrado en redes sociales por el tenista holandés Wesley Koolhof, 17 del mundo. Además, la agencia de noticias EFE ha constatado con un representante de jugadores que prefiere permanecer en el anonimato, que existe ese documento en el que los participantes asumen toda la responsabilidad en caso de complicaciones derivadas del coronavirus.
“Yo asumo voluntariamente la responsabilidad total sobre cualquier riesgo, incluyendo la muerte, que pueda suceder conmigo u otras personas que entren en contacto conmigo, como resultado de mi presencia en las instalaciones, ya sea por negligencia del NTC (National Tennis Center) o de otro modo”, dice la nota de la USTA en el párrafo más importante, reproducida por Koolhof.
“Estoy de acuerdo en que todas las controversias y reclamaciones que surjan de o en relación con esta renuncia o mi presencia en las instalaciones durante la pandemia de COVID-19 deben ser perseguidas de manera individual solamente. Al firmar este documento, renuncio a mi derecho a iniciar, o ser parte de, cualquier acción o reclamación colectiva”, señala el documento. Al recibir este aviso el competidor asumiría las consecuencias y renunciaría a iniciar acciones legales contra la organización, si se diera el caso.
“USTA y ATP han trabajado conjuntamente en los términos legales para que el torneo se dispute”, dice la fuente a EFE, que añade que un “seguro ha sido suscrito para el jugador y entrenador”, por si se produce alguna incidencia durante el torneo.
Los que compitan en este Grand Slam, que se disputará, del 31 de agosto a 13 de septiembre, además de tener que vivir en la “burbuja” de Nueva York, tienen que renunciar así a acciones legales contra la organización, en caso de contagio por la COVID-19 o incluso muertes. Las condiciones para participar exigen estrictas medidas de confinamiento entre un hotel del aeropuerto y el recinto de juego, y eso ha generado muchas dudas, como expresó recientemente el suizo Stan Wawrinka, la última baja de importancia.
La rumana Simona Halep, dos del mundo, ha comunicado que decidirá su participación al término del torneo de Praga en el que participa esta semana, sin duda, para meditar sobre las últimas informaciones que conciernen a los jugadores. Estos, tienen en cuenta también las posibles cuarentenas a la vuelta a Europa, donde continuaría el circuito, con los torneos de Roma y Roland Garros a la vista, aunque el calendario puede ser retocado, después de la cancelación del Mutua Madrid Open.
El US Open ya tiene bajas importantes, como las del español Rafael Nadal, número dos del mundo, el suizo Roger Federer (4), éste por lesión, la del australiano Nick Kyrgios (40), y la más reciente, la del suizo Stan Wawrinka (17). En el cuadro femenino faltarán la australiana Ashleigh Barty, número uno del mundo, la ucraniana Elina Svitolina (5) y la holandesa Kiki Bertens (7), de momento.
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Con información de EFE