Con ocho oros olímpicos y quince medallas mundialistas, Usain Bolt se transformó en una leyenda del atletismo. El jamaiquino escribió su historia dorada a una velocidad similar a la que desplegaba en las pistas, pero después de su retiro profesional el Hijo del Viento incursionó en una disciplina en la que no logró obtener los mismos resultados.
La figura internacional de 33 años, soñaba con ser futbolista desde chico e intentó empezar una carrera en el Central Coast Mariners de Australia en 2018, luego de abandonar el atletismo. Sin embargo, el hombre más rápido del mundo sólo convirtió dos goles en un amistoso de pretemporada, y sus esperanzas se desvanecieron cuando se frustraron las negociaciones para que el equipo oceánico lo contratara.
“Creo que no tuve una oportunidad justa. No he hecho las cosas como las quería hacer, porque considero que el fútbol es algo en lo que creo que habría sido bueno”, analizó Bolt en declaraciones brindadas ante la prensa australiana. “A veces en la vida se fracasa y hay que saber salir adelante”, continuó el jamaiquino que recientemente fue padre de una niña a la que llamó Olympia.
El carismático personaje que batió los récords en los 100 y 200 metros se probó en clubes de Alemania, Sudáfrica y Noruega antes de entrenarse con el Central Coast Mariners de Australia, pero sus limitaciones lo dejaron fuera de las canchas.
“A veces me digo que no ha funcionado como me hubiera gustado, porque amo demasiado el fútbol, pero son cosas que hay que saber superar”, concluyó en la entrevista brindada a la señal televisiva Channel Nine.
Las imágenes que reflejan sus carencias con la pelota fueron una muestra de las dificultades que afrontó en equipos de menor jerarquía. Si bien su sueño era vestir la camiseta del Manchester United por su fanatismo por el conjunto británico, el ex atleta no dudó al asegurar que su etapa como futbolista “fue un fracaso”.
MÁS SOBRE ESTE TEMA